Moda, artículos de interés e ideas para emprendedoras bolivianas son algunos de los contenidos de la revista «Cholitas«, una «Vogue andina» que comenzó a editarse en Bolivia con la vista puesta en las mujeres indígenas que visten de forma tradicional y que cada vez ocupan puestos sociales más relevantes.
La editora de «Cholitas», la alemana Ester Chaym, explicó hoy a Efe que «la publicación «nace como un homenaje a la elegancia e inteligencia» de estas mujeres, cuyo mundo es «digno de mirar y admirar».
Chaym relató que la idea de editar una revista de estas características partió de la espontánea reacción de una niña alemana que, cuando llegó a Bolivia y vio a las mujeres ataviadas con las tradicionales mantas, polleras y sombreros tipo bombín, exclamó: «¡Este país está lleno de princesas!.
La «Vogue andina», como la denominan algunas de sus redactoras, no sólo aborda temas de moda, sino que también incluye artículos sobre medio ambiente, negocios y nuevas iniciativas para apoyar a los artesanos bolivianos.
Según la editora, si la revista se centrara sólo en la moda, aburriría a estas «mujeres tan trabajadoras, inteligentes, llenas de iniciativa y emprendedoras bolivianas».
La publicación, editada por la firma alemana Patchworld y que comenzó a circular en julio, tiene periodicidad mensual y una tirada de 8.000 ejemplares que se distribuyen en Bolivia, España, Francia y Alemania.
Es una revista que plantea el matriarcado como una alternativa para hacer de este mundo un lugar plenamente feliz y próspero, quizás ya es tiempo de turnarse y que sean las mujeres las que tengan el poder», aseveró Chaym.
El «equipo de investigación» de la publicación está formado por cholitas que cuentan sus experiencias para acercar su mundo a propios y extraños.
«Cholita» es el apelativo cariñoso con el que se conoce en Bolivia a la mujer indígena aimara ataviada con bombín, pollera, blusa, manta y con el largo cabello recogido en dos trenzas que caen a su espalda.
La «cholita» paceña fue declarada en 2013 «patrimonio cultural intangible» de la ciudad de La Paz por ser, a juicio del historiador Antonio Paredes, «la identidad del pueblo paceño» y «heredera del mestizaje».