Tras cinco meses de un leve descenso en la actividad económica de Bolivia, el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia volvió a repuntar en agosto y se expandió hasta llegar a 5,16%, seis décimas más que el mes precedente, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El Índice Global de la Actividad Económica (IGAE), que mide la actividad económica de Bolivia y es resultado de la estimación de variables relacionadas con la producción, da cuenta que en enero la expansión de la economía se situó en 6,14%, en febrero subió levemente hasta 6,28%, en marzo volvió a bajar y se situó en 5,61% y en abril cayó hasta 5,35%.
En mayo continuó el descenso hasta llegar a 5,25%. En junio, el indicador bajó aún más y se situó en 5,10%, tendencia que se mantuvo en julio. En agosto, no obstante, la actividad económica tuvo un repunte y el crecimiento se expandió 5,16%, de acuerdo con los datos publicados en el sitio web del INE.
En 2013, el PIB de Bolivia registró un crecimiento histórico de 6,78% respecto a similar periodo del año precedente. Para lograr esta expansión récord, las tres actividades económicas que mostraron mayor dinamismo fueron petróleo crudo y gas natural con 13,97%; construcción con 10,64%; y servicios de la administración pública con 9,54%.
El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas proyectó para 2015 un crecimiento del PIB del 5,9%. Este indicador superará el 5,7% previsto para el cierre de esta gestión, que será uno de los más altos de Latinoamérica.
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, confirmó en días pasados que este año la expansión de la economía boliviana estará en torno al 5,7%, tal como se estableció en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2014.
El lunes, el ministro Arce detalló —al presentar su informe sobre el proyecto de Ley Financial 2015— que en 2015 el PIB alcanzará a $us 36.196 millones, $us 5.113 millones (16,44%) más que lo presupuestado para esta gestión ($us 31.083 millones). También señaló que para la próxima gestión se prevé un déficit fiscal del 3,6% y que el Gobierno, como en años anteriores, tratará de generar un alza en las recaudaciones tributarias a fin de registrar un superávit fiscal.
La autoridad afirmó que esta gestión se espera llegar a un “equilibrio fiscal” porque hay “muy buenas recaudaciones impositivas” del fisco y la Aduana. En tanto, especificó que la inversión pública para 2015 subirá en 37% con relación a lo programado para este año, al pasar de $us 4.519 millones a $us 6.179 millones.
En los nueve años de gobierno del presidente Evo Morales, la economía boliviana creció a una destacada tasa anual del orden del 5,1%, muy por encima a la tasa regional que fue del 3,6%. En Sudamérica solo fuimos superados por el Perú. La interrogante que surge es si este crecimiento alcanzado es sostenible en el largo plazo, o solo es momentáneo como consecuencia de un “boom” económico que el país todavía sigue viviendo.
El problema macroeconómico fundamental no está en repetir cada año lo que se hizo un año antes. El problema no está en que cada persona repita el mismo nivel de producción que el año anterior. Esto no es difícil. El problema está en que cada año cada emprendedor, cada empresa en Bolivia, debe producir algo más que el año anterior, y que pueda vender. Esto requiere inversión productiva privada y tecnología. A esto se denomina crecimiento económico. El problema está que de ahora en adelante Bolivia aumente cada año, por lo menos, en un 5% su producción.
Lo indicado antes implica responderse si el destacado crecimiento de la economía boliviana de estos nueve años es la consecuencia del incremento de la capacidad productiva de los bolivianos o es la consecuencia de hechos coyunturales pasajeros. Si es lo segundo, quiere decir que el crecimiento actual no es sostenible y en cualquier momento se puede caer, cuando desaparezcan las condiciones coyunturales que hicieron posible el crecimiento (…).
El crecimiento anual de la economía boliviana en el orden de 5% se explica por tres razones fundamentales: Altas exportaciones, altas importaciones y alto gasto público (…). Si el ambiente de negocios privados en Bolivia se mantiene positivo, se podría sostener una tasa de crecimiento del orden del 5%, que se la debe calificar de muy buena. Esto será posible si se conserva el crecimiento de las importaciones, lo cual puede ser posible, aunque caigan las exportaciones, porque se tienen reservas internacionales, las cuales deben ser utilizadas, pero con prudencia. Esto se logrará con un gasto fiscal menos dinámico y mayor inversión extranjera directa.