Alrededor de 18.000 funcionarios atienden al presente en las entidades de microfinanzas diversos servicios de microfinanzas y aseguran el acceso al pequeño crédito de miles micro, pequeñas y medianas empresas en Bolivia. Reynaldo Marconi experto en este campo y ex directivo de conocidas entidades de crédito para unidades familiares y productivas como Finrural y Asofín, presentó la publicación “El Milagro de las Microfinanzas en Bolivia” donde analiza el desempeño del sector entre 1990-2013.
En la presentación del libro también se señaló que la crisis de mediados de la década del 80 abrió un espacio a las entidades que empezaban a mirar a otro sector, aquel que no tenía acceso a las instituciones financieras tradicionales. Al respecto, Marconi señaló que los pequeños créditos marcaron nuevas oportunidades y se constituyeron en una veta nueva de la actividad económica del país.
Recordó que en el periodo de análisis, se identificaron 1.300.000 agentes económicos o funcionarios que atendieron demandas del microcrédito tanto de los sectores económicos productivos como de servicios.
El libro analiza desde 1990 hasta 2013, la evolución de las microfinanzas, y en el proceso de evaluación observa que la Ley de Bancos de 1993 no mostraba interés por el sector, pero la norma promulgada en agosto de 2013 (Ley 393 de Servicios Financieros) la situación cambia y se pone más atención a este sector.
El autor señala que se fijó tres objetivos a mostrar en el libro: la evolución de las regulaciones; las lecciones aprendidas, replicables a nivel nacional y el reconocimiento del caso boliviano como un modelo exitoso de alcance internacional de inclusión financiera. La experiencia boliviana surgió en los años 80 a iniciativa de profesionales mujeres, quienes intentaron reproducir en el país experiencia de Bangladesh, según recordó Pilar Ramírez, pionera en promover el microcrédito en Bolivia.