El país tiene la posibilidad de generar más de 100 millones de dólares de inversión para implementar proyectos como la construcción de hidroeléctricas, tratamiento de aguas y otros que reduzcan la emisión de contaminación o gases de efecto invernadero.
«Tiene el potencial de generar más de 100 millones de dólares de inversión mediante la venta de los Certificados de Reducción de Emisiones (CREs) en diversos sectores, como ser la generación energética, el saneamiento básico, el transporte y la agricultura”, detalla un informe de Promoción del Mercado del Carbono en Bolivia, elaborado de forma conjunta por la CAF, Banco de Desarrollo Productivo; la Fundación PROFIN y la Bolsa Boliviana de Valores (BBV).
Los recursos pueden llegar de aquellos Estados que al no poder bajar más sus niveles de emisión de gases nocivos para el medio ambiente, invierten en proyectos de otras regiones para cumplir con los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto en 2005. Una de las formas es la compra de CREs.
Las compras se pueden realizar a través de un Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) que permite a una empresa o país con compromisos de reducción invertir en proyectos que califiquen en países en vías de desarrollo, como Bolivia.
Hasta 2009, el país había presentado cuatro proyectos MDL en el marco del fomento del sector de energía renovable.
Por ejemplo, el complejo hidroeléctrico en el río Taquesi, que tiene una capacidad de generación de 89,5 megavatios (MW) y que permitirá evitar la emisión de tres millones de toneladas de carbono (CO2) en 21 años. Este proyecto cerró el ciclo del MDL con la comercialización de una parte de certificados verdes emitidos.
La segunda es la planta hidroeléctrica Santa Rosa, que generará 16,2 MW para bajar en 0,8 millones de toneladas de CO2 en el mismo periodo.
También se incluyen los proyectos en el sector de saneamiento básico y «está funcionando el de captura y quema de biogas de la planta de tratamiento de aguas residuales de Santa Cruz, el cual reduce los olores y la contaminación del aire que afectan a la población que vive en el área circundante”.
Incluso existen otros que aún no se implementaron, como la construcción de las plantas de tratamiento de aguas residuales en El Alto y Cochabamba, y para el relleno sanitario de Tarija.
«Proyectos de este tipo podrían replicarse en todo el país aumentando los ingresos de las operadoras, permitiendo el incremento y mejoramiento de los servicios de saneamiento básico a nivel nacional”, agrega el documento.
Los mayores demandantes de las CERs son empresas del sector privado y los gobiernos de los países desarrollados que asumieron compromisos de reducción de emisión de gases de efecto invernadero.
Uno de los objetivos es evitar sanciones por el incumplimiento de obligaciones de reducción de emisión de gases o posicionarse en el futuro en un mercado secundario de CERs o anticiparse a los cambios de mercado.
El documento también sugiere ampliar el portafolio de proyectos potenciales para reducir la contaminación.
El investigador Walter Arteaga, en un informe de «Avances y retrocesos en la defensa de la Pachamama”, publicado en el portal del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, da cuenta que en el ámbito mundial el país ocupa el sexto lugar en extensión de bosques tropicales y es el decimoquinto en cobertura boscosa.
Alrededor del 80% de sus tierras forestales se encuentra en la región de los llanos o «tierras bajas”, que comprende las subregiones Amazónica y del Gran Chaco.
¿Qué es? Es la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero emitida por una organización empresarial pública, privada o incluso de un Gobierno en un año.
Evaluación. La huella de carbono permitirá cuantificar el impacto ambiental que tenga e identificar oportunidades para reducirlo y mitigarlo, garantizando que las políticas de responsabilidad social sean coherentes, verificables y reportables.