Una feria coronó un proyecto productivo que busca dar a conocer al país la variedad de productos que se pueden elaborar con la almendra (rica en fibra, proteínas, lípidos y micronutrientes) y frutas silvestres (fuente de proteínas, carbohidratos, fibra, calcio, fósforo, hierro, vitaminas A, B y C) que crecen en el Bosque Chiquitano.
Almendra tostada, galletas y refrescos de harina de almendra, así como pulpas, mermeladas, refrescos y helados de guayabilla, guapurú, conservilla, mochochó, sucá, asaí, totaí, pitón y lúcuma, entre otras frutas que abundan en los bosques secos de la Chiquitanía, fueron expuestos en la Primera Feria de Frutos Silvestres que se realizó el 7 y 8 de febrero en San Ignacio de Velasco, población ubicada a 470 km al este de la ciudad de Santa Cruz.
La actividad corresponde al proyecto “Consolidación Local de las Cadenas de Valor de la Almendra Chiquitana y Pulpas de Frutas Nativas” ejecutado por la institución estatal ProBolivia en los municipios cruceños de San Ignacio de Velasco, Concepción y Lomerío con una inversión de Bs 1,12 millones. El proyecto consiste fundamentalmente en dotar de infraestructura adecuada y mejorar el equipamiento de la planta de procesamiento de almendra y frutas silvestres de San Ignacio de Velasco, brindar asistencia técnica a los productores y consolidar al menos 15 centros de acopio en las comunidades afiliadas a la Asociación de Grupos Mancomunados de Trabajo (Minga).
Esta feria nos dio pautas de las frutas preferidas en el mercado para fortalecer su acopio y mejorar la economía de familias que viven en comunidades muy alejadas”, dijo Juan Romero, presidente de Minga, que aglutina a 350 familias dedicadas con prioridad al cultivo de café, pero que buscan generar ingresos adicionales a través del procesamiento de la almendra chiquitana y frutas silvestres.
En 2014, Minga acopió 1.500 kilos de almendra chiquitana y 2.000 kilos de frutas silvestres. Este año, la organización prevé acopiar 4.000 kilos de almendra.