La planta separadora de líquidos Gran Chaco actualmente denominada Carlos Villegas, superó todas las pruebas de arranque y está lista para operar el 24 del presente mes, fecha en la que el presidente Evo Morales inaugurará la obra.
La gigantesca infraestructura es seis veces más grande que el complejo Río Grande de Santa Cruz y está catalogada como la tercera más grande de la región en cuanto a capacidad de procesamiento de gas natural, después de las plantas de Bahía Blanca de Argentina y Camisea en Perú.
Ubicada a unos 10 km del centro de Yacuiba, la planta luce imponente. Se asemeja a una ciudad industrial.
Los chaqueños no se cambian por nadie. Saben que tienen una de las más grandes industrias de gas de Sudamérica. La planta que ingresará en operación comercial el 24 de agosto consolida el autoabastecimiento de gas licuado de petróleo (GLP) y reafirma la vocación exportadora de Bolivia a Sudamérica.
Con una inversión presupuestada de $us 643,8 millones y una capacidad de proceso de 32,2 millones de metros cúbicos día de gas MMm3/d, el proyecto empresarial perfila generar $us 872 millones de ingresos brutos anuales por la comercialización de licuables.
Esto es lo más bello que he visto, pero no nos han dicho para qué es, lo importante es que está en Yacuiba”, dice Sabina Ordoñez, una vendedora de chicles, pastillas y cigarros.
Así como ella, una decena de pobladores de esta rica región desconocen el funcionamiento de la obra a pesar que desde ayer los canales de televisión y las emisoras locales emiten publicidad de la planta y lo que será la inauguración.
Un equipo periodístico ingresó a la planta. La empresa española Técnicas Reunidas dio el permiso y accedió a explicar las características.
El administrador de la obra Pablo Lavezzo recibió órdenes del principal ejecutivo Luis María Villar para mostrar el ‘monstruo’ industrial.
En una síntesis, los especialistas de la firma indicaron que para el funcionamiento de la planta se recupera la energía excedente del gas natural que se exporta a la Argentina.
Se obtiene materiales ricos como metano, etano, propano y butano que proceden de los campos Sábalo, San Alberto y Margarita que se transportan a través del Gasoducto de Integración Juana Azurduy de Padilla (GIJA).
Tras seguir las instrucciones de seguridad, los técnicos explicaron que el gas ingresa a la planta pasando primero por unidades de filtrado y secado para eliminar las impurezas y agua.
Luego, el gas pasa por la unidad de criogenia que está compuesta por dos trenes de turboexpansión donde se enfría el gas a temperaturas por debajo de cero grado centígrado para licuar los componentes pesados. Luego se lo comprime con turbocompresores.
Una vez que la corriente ha sido acondicionada, se vuelve a medir el producto que sale de la planta para que sea controlado. Luego se reinyecta a la corriente de gas del gasoducto Juana Azurduy para su exportación a la Argentina.
Posteriormente se aplica un complejo proceso para la separación de GLP, la obtención de isopentano y gasolina. El metano será devuelto a la corriente de exportación a Argentina como gas seco. Finalmente, se extrae etano, que es la materia prima para la planta petroquímica y producir plásticos.
La española Técnicas Reunidas desveló que estará seis meses más para enseñar todo el manejo de la planta y su automatización a YPFB.
El proyecto empresarial boliviano requirió la contratación de casi 8.000 trabajadores directos, empleó 18 millones de horas trabajadas sin accidentes y el 65% del personal fue oriundo del Chaco. La obra demandó 63.000 m3 de hormigón, 5.500 toneladas de tubería y tiene cuatro esferas para almacenar GLP.
La planta procesará 32,2 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) de gas natural.
De ese volumen se prevé producir 3.140 toneladas métricas diarias (TMD) de etano (que es el insumo principal para el proceso de industrialización de los hidrocarburos), 2.240 TMD de GLP (propano+butano), 1.040 barriles por día (Bblsd) de isopentano y 1.650 Bbl/d de gasolina especial.
El Ejecutivo anunció que todo el GLP que se producirá en esta planta será para la exportación habida cuenta de que la planta de Río Grande abastece al mercado interno. de esa manera el proyecto empresarial apuesta al desarrollo de la economía de Bolivia.
Incluso ya hay excedente que se vende a Paraguay y Perú.