Este martes 29 de septiembre, la organización internacional Oxfam presentó en la capital peruana su informe “Privilegios que niegan derechos. Desigualdad extrema y secuestro de la democracia en América Latina y el Caribe” analiza las causas y el impacto de la desigualdad en la región de América Latina y el Caribe, y formula recomendaciones sobre cómo abordarla.
De acuerdo a OXFAM, el informe surge como respuesta ante la indiferencia con la que organismos multilaterales, los gobiernos e incluso las agencias de cooperación trataron durante décadas el tema de desigualdad priorizado, en vez de ello, el crecimiento económico y la lucha contra la pobreza como objetivos de sus debates y políticas. En consecuencia, las medidas para combatir la desigualdad no han sido suficientes.
De acuerdo al informe el 1% más rico de la población posee el 41% de la riqueza mientras que el 99% restante debía repartirse el 60%. Si se mantiene esta tendencia, en solo ocho años este 1% acaparará más riqueza (51%) que el 99% restante (40%), contribuyendo a un aumento exponencial del número de personas pobres en la región.
De confirmarse esta tendencia, se estaría “echando por la borda los avances en la reducción de pobreza monetaria de los últimos diez años”, advierte la organización internacional Oxfam.
El reporte señala que en América Latina y el Caribe pobreza económica y desigualdad van de la mano. Añade que la región cerró una década de reducción significativa de la pobreza: si en 2002 el 44% de la población de la región era pobre, en 2012 se había reducido al 28%. Sin embargo, indica, la pobreza persiste y afecta a más mujeres que hombres.
En 2013, unos 165 millones de personas —más de la cuarta parte de la región— eran pobres, de los cuales 69 millones vivían en la indigencia”, sostiene.
Señala que del otro lado se tiene que la riqueza de los “milmillonarios” ha crecido entre 2002 y 2015 a un ritmo promedio del 21% anual. La concentración de riqueza aumenta junto a la desigualdad en la región, afirma.
El análisis realizado por Oxfam demuestra que la brecha de ingreso es escandalosa y que hay una concentración extrema de la riqueza, que limita el crecimiento y la lucha contra la pobreza. “En promedio, el ingreso anual de los multimillonarios latinocaribeños es 4.846 veces mayor que el ingreso de los más pobres en la región”.
“Este no es un informe más sobre la pobreza. Es la radiografía de una región donde conviven personas con muchos privilegios, demasiado ricas con otras demasiado pobres: la más desigual del mundo”, resumió el director regional de Oxfam, Simon Ticehurst.
El informe rescata el cálculo hecho por el Fondo Monetario que si aumenta el porcentaje del ingreso total que reciben los pobres y la clase media, la economía crece. Mientras que si lo que aumenta es el porcentaje del ingreso que capturan los más ricos, la economía de ese país se reduce3.Internacional (FMI)
Adicional a su informe, Oxfam, en asociación con el medio peruano Ojo Público, ha desarrollado una “calculadora de la desigualdad” en forma de aplicación web. La herramienta digital permite a los ciudadanos de 17 países de América Latina comparar su ingreso mensual con el del resto de la población y con el de las personas más ricas de su país. A partir de esta interacción, los ciudadanos tendrán un mayor entendimiento sobre la dimensión de la desigualdad y cómo ésta les afecta cotidianamente, señala.
En Oxfam se ha calculado que si entre 2011 y 2019 la desigualdad en América Latina y el Caribe fuera reducida en cinco puntos, unos 17,4 millones de personas podrían salir de la pobreza. Y al contrario: un aumento de cinco puntos podría dar lugar a unos 18 millones de nuevos pobres.
El informe de Oxfam detalla múltiples casos que muestran cómo opera el secuestro de la democracia en la región, lo cual fortalece las brechas de desigualdad. Algunas situaciones que lo ilustran son el ejercicio de la influencia en la definición de políticas en la forma de lobby ilegítimo; la corrupción en la asignación irregular de contratos; y el clientelismo, entre otras.
Mientras más aumenta la desigualdad menos confía la gente en el sistema democrático, advirtió el director regional de Oxfam en América Latina y el Caribe, Simon Ticehurst, en la presentación del informe señaló “No solo está en juego la calidad de la democracia, sino su misma permanencia». Por eso —afirmó Ticehurst— los estados deben tomar acciones urgentes para enfrentar la desigualdad”.
Indicó que la gente no quiere vivir en países donde los privilegios de unos pocos niegan los derechos de muchos, “donde lo que podemos comprar con nuestros salarios dependa de los precios internacionales de las materias primas”.
La organización hace un llamado a los gobiernos de la región para que la reducción de las desigualdades (económicas, sociales y de poder) sean una prioridad política para la región, que persiste como la más desigual del planeta en el reparto de ingresos y tierra.