El ministro de Planificación, René Orellana, y el representante residente del Banco Mundial (BM) en Bolivia, Nicol Apontara, suscribieron ayer un convenio de financiamiento adicional para el Proyecto de Inversión Comunitaria en Áreas Rurales (Picar), por $us 60 millones.
El objetivo de estos recursos es el de mejorar el acceso a infraestructura y servicios básicos sostenibles para las comunidades rurales más desfavorecidas seleccionadas en algunos de los municipios más pobres.
Orellana destacó la confianza depositada en Bolivia por organismos internacionales, que se traducen en financiamientos para la ejecución de proyectos que se enmarcan en el Plan Quinquenal y la Agenda Patriótica 2025.
Desde fines del 2012 el proyecto PICAR ha beneficiado a familias de La Paz, Oruro, Cochabamba y Chuquisaca, con un crédito inicial de $us 40 millones que ha permitido la realización de 800 proyectos, incluyendo agua, saneamiento básico, infraestructura para ganado y para el desarrollo productivo de la región, además de pequeñas obras para riego, consumo humano, caminos y puentes rurales.
Dado el éxito inicial, el Banco Mundial aprobó un financiamiento adicional de 60 millones de dólares que serán utilizados hasta noviembre de 2019.
Con este financiamiento de 100 millones dólares -40 millones de la primera fase y 60 del financiamiento adicional-, el PICAR habrá financiado a cerca de 350 mil habitantes rurales en extrema pobreza, entre los años 2011 al 2019.
El PICAR, que es ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, consiste de tres partes. La primera es Desarrollo de Capacidades de la Comunidad, con la provisión de asistencia técnica, capacitación y fortalecimiento institucional.