Hace poco, la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard presentó un estudio sobre BancoSol y las microfinanzas en Bolivia ante el reto de encarar la nueva Ley de Servicios Financieros y el Decreto Supremo 1842 de 2013.
La normativa define que los bancos y fondos financieros privados regulados deben convertirse en bancos múltiples o pymes (dirigidos a la pequeña y mediana empresa) y adecuar su cartera (60 por ciento como mínimo entre créditos de vivienda y productivos para los primeros y 50 por ciento para los segundos) en cinco años, plazo que se cumple en 2018.
El gerente general de BancoSol, Kurt Koenigsfest, afirma que una vez más BancoSol inició una fase de “reinvención” y el 31 de diciembre de 2015 fue calificado como el primer banco que adaptó mejor las variables del negocio.
Ahí no se necesita ser el más grande, sino el mejor, y se ratifica de alguna manera que lo que nosotros hacemos está bien: balancear la liquidez, la rentabilidad, la solvencia, el capital, y está funcionando bien”, argumenta.
El Gerente explica que ante la nueva situación, BancoSol bajó un poco su ritmo de crecimiento de años atrás, concretamente hasta 2013, llegó a un 11 por ciento en 2015 para 2016 crecer en un 10 por ciento, dos veces y medio más de lo que se tiene previsto en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Como estamos en este proceso de reinvención, no es prudente seguir creciendo al mismo ritmo. También hay que reentrenar, recapacitar a la gente, de hacer todo lo nuevo”, afirma.
Sin embargo, el Gerente sostiene que esta readecuación y las nuevas metas que impone el Estado no significan el despido de gente para abaratar costos, sino «enseñarle a hacer las cosas de una forma diferente pero siempre con ellos”.
BancoSol decidió priorizar la readecuación, pero sin dejar de lado su esencia de trabajar para la gente de pocos recursos y de la mano de los micro emprendedores, calificados por Koenigsfest como “guerreros que viven sin tiempo de parar y buenos pagadores”.
El mercado sigue ahí. Es más, cuando miramos las cifras decimos ‘tantas oportunidades’, pero bueno, preferimos hacer bien las cosas. Hay más clientes que podríamos estar ligando, pero preferimos volver nomas al laboratorio y después cuando tengamos las cosas bien claras retomar la fuerza”, señala.
En cuanto a cumplimiento de metas del primer año (2015), explica que se cumplió y sobrepasó con lo establecido por ley al superar con un poco la cartera que tiene que estar en el sector productivo y de vivienda social.
En 2016, también vamos a cumplir hasta llegar a 60 por ciento el 2018, pero paralelamente debemos readecuarnos. Creo que 2016 y 2017 son años clave para el rediseño del banco”, indica.
En cuanto a la inversión para la readecuación, Koenigsfest dice que varía con las necesidades. “No tenemos una cifra puntual. Cada año invertimos en tecnología a innovación. Para darle una cifra, el año pasado hemos invertido casi 4 millones de dólares en esa área, pero claro, ahí estamos hablando del conjunto desde renovación de las impresoras hasta experimentos y mandar a gente afuera, pero digamos ese tipo de presupuesto manejamos, si hay que asignarle más recursos lo vamos a hacer”, sostiene.
«El crecimiento bajó de ritmo, pero el banco prefiere readecuarse bien»
El estudio realizado por la universidad de Harvard indica que BancoSol en 2015 contaba con 454,4 millones de dólares en cartera de préstamos en el sector productivo, es decir, 39 por ciento, y 718,1 millones de dólares de su cartera de préstamos fuera del sector productivo, el 61 por ciento.
La meta para 2018 es de aproximadamente 931,2 millones de dólares en el sector productivo o 60 por ciento, con una nueva tasa de interés del 11,5 por ciento, y 620,8 millones de dólares fuera del sector productivo o 40 por ciento, para una cartera total de préstamos de 1.550 millones de dólares.
El Consejo de Administración había proyectado esta cifra de 1.550 millones de dólares con base a una supuesta tasa de crecimiento de 10 a 15 por ciento anual de la cartera bajo la nueva Ley de Bancos mucho menos que estos últimos años, cuando el crecimiento anual varió entre 18 y 25 por ciento.
Suponiendo que la cartera total creciera, los préstamos al sector productivo tendrían que crecer en una cantidad desproporcionada, mientras que los préstamos fuera de esa categoría disminuirían en última instancia, para mantener la cartera de porcentajes en consonancia con el objetivo de 60/40 del Gobierno.
Según el documento, BancoSol actualmente apoya a dos sectores fuertes en el campo productivo, que son la manufactura y la construcción. Después de que estos rubros fueron identificados y consolidados, la entidad financiera planea promover préstamos en el campo agrícola, pero particularmente en Santa Cruz y Cochabamba por considerar que son zonas de buena tierra y apropiada para el cultivo, además del crecimiento económico constante de estas dos regiones.
Fuera del sector productivo, los préstamos tuvieron tasas de 18 por ciento, en promedio, y BancoSol no planea elevarlos, porque esto conduciría a que muchos de sus mejores clientes se alejen. Por lo tanto, espera implementar cambios generales en su modelo de negocio para reducir los costos y aumentar la productividad hasta el punto de reforzar sus cuentas. La rentabilidad del capital (ROE) en 2015 fue de 27 por ciento.
En julio de 2015, BancoSol lanzó el crédito Sol Productivo para proporcionar préstamos a micro, pequeñas y medianas empresas hasta 250 mil dólares en moneda nacional, flexible y en condiciones favorables (36 meses para trabajar capital y hasta 10 años para capital de inversión).
Al respecto, el gerente general de Banco Sol, Kurt Koenigsfest, señala que esto es otra manifestación del compromiso del banco para el desarrollo económico de Bolivia. Sabe que tendrá que hacer muchos ajustes en el futuro para continuar con este proceso.
Asimismo, no quiere que se convierta a BancoSol en un banco comercial, el cual, irónicamente, sería la forma más fácil de cumplir con la nueva ley, porque ya no se estaría con su misión principal: servir a los pobres.
Según el documento de Harvard, a fines de 2015, BancoSol contaba con 1.180 oficiales de crédito que individualmente generaron una cartera de préstamos de 990 mil dólares distribuidos en 213 clientes por montos de entre 4.600 y 5.000 dólares a un plazo de 36 meses, pero los créditos fueron cancelados, en promedio, en 19 meses. En este periodo sólo 2 por ciento de los créditos eran aún grupales.
El estudio revela que cada mes, un oficial de crédito genera 12 nuevos préstamos. De cada cinco préstamos que ofrece, se aceptan cuatro.
“Actualmente tenemos 1.200 millones de dólares prestados con mora menor al 1 por ciento. En estos 30 años hemos desembolsado cerca de 8.000 millones de dólares que han sido repagados con una historia muy buena en cuanto al cumplimiento de clientes. Tenemos cerca de 280 mil prestatarios y 800 mil depositantes. Estamos en el 100 por ciento del país con 400 puntos de atención», dice Koenigsfest.
Desde sus inicios, BancoSol, que empezó como una ONG, planteó alternativas para sus clientes, por lo que comenzó a ofrecer una serie servicios, al margen del ahorro y crédito.
Expandió su oferta para incluir los cajeros automáticos de marca, tarjetas de débito, banca en línea, servicios de remesas, de pago de facturas e impuestos y una amplia variedad de créditos de consumo, incluidos vivienda y automóvil.
Entro otros productos, se incluye el Sol 500, un préstamo de hasta 500 dólares, con un proceso simplificado de aprobación del crédito y la orientación capital de trabajo a microempresarios en los segmentos de menores ingresos.
Por el lado de servicio al cliente, también lanzó su modelo Sol Amigo durante la década de 2000, que era esencialmente un único cajero de banco ubicado en una estación de servicio o tienda. Se convirtió en una forma popular para llegar a los clientes de una manera menos cara que la construcción de una sucursal de servicio completo.