Tener presencia en la fabricación de productos estratégicos ha impulsado al Gobierno a realizar una inversión de $us 314,8 millones en la construcción de una cementera en Caracollo (Oruro) y una fábrica de vidrio en Zudáñez (Chuquisaca).
La supervisión de las obras está a cargo del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem), que tienen el objetivo de implementar, poner en marcha y generar valor agregado, para enriquecer la matriz productiva del país.
José Luis Jiménez, gerente técnico de la Empresa Pública Productiva Cementos de Bolivia (Ecebol), indicó que la obra, bajo el sistema llave en mano, tiene un avance del 41%. De acuerdo con lo programado, se espera que la factoría entre en operaciones el segundo semestre de 2018.
Jiménez explicó que la inversión de la cementera se divide de la siguiente manera: $us 224,1 millones para la implementación, provisión de maquinaria y equipo, de capacitación y puesta en marcha de la planta industrial, y $us 62 millones para los gastos de operación, lo que hace un total de $us 306 millones.
La planta tendrá capacidad de producción de 1,2 millones de toneladas de cemento al año.
La Empresa Pública Productiva Envases de Vidrio Bolivia (Envibol), es la otra obra que se está trabajando desde finales de 2015, con actividades de ingeniería y diseño de la nueva industria de vidrio en Zudáñez (Chuquisaca).
Contempla una inversión de $us 8,8 millones para la producción de 130 toneladas de vidrio por día. La puesta en marcha está prevista para 2017.
Javier Arze, gerente de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), sostuvo que los privados siempre aplaudirán cualquier tipo de inversión que se realice en el país, y como constructores ven con buenos ojos que haya una nueva cementera que garantice la provisión de la materia prima con la que trabajan.
Víctor Hugo Figueroa, expresidente del Colegio de Economistas de Bolivia, subrayó que es de esperar que el Gobierno antes de la construcción de las empresas haya realizado un detallado estudio que garantice que la producción de las dos factorías van a ser competitivas.
Figueroa indicó que su ubicación en zonas estratégicas hace prever que los costos del transporte no afecten la rentabilidad de las mismas y no provoquen pérdidas