Cifras optimistas para el sector productivo arrojó el informe a junio, emitido por la Autoridad del Sistema Financiero (ASFI). Los números del ente regulador reflejan que las colocaciones dirigidas a los productores llegaron a Bs 56.350 millones, lo que representa un crecimiento del 22% con relación al mismo periodo de 2016, cuando fueron Bs 46.113 millones.
“Se ha flexibilizado el acceso, eso es real. Hay tasas de hasta el 6% y es muy bueno”, señaló Vicente Gutiérrez, productor de maíz, y exdirigente del sector.
Pero, según el productor, existen circunstancias que dificultan el acceso a préstamos. Por ejemplo, algunos empresarios que cuentan con NIT (Número de Identificación Tributaria) y quieran ingresar a la actividad agrícola no pueden adquirir RUA (Registro Único Agropecuario). “Esto dificulta acceder a los préstamos”, dijo.
Marcelo Pantoja, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas (Anapo), dijo que las exigencias siguen siendo altas, en especial cuando se trata de garantías, por eso la mayoría de los productores no logra un crédito. Aseguró que varios productores acceden a casas comerciales para financiar sus campañas. “La realidad es que ahora ellas financian casi el 90% de la producción de los pequeños productores”, afirmó.
Horacio Villegas, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), reconoció que es evidente el crecimiento del financiamiento, pero añadió: “Es necesario ampliar los plazos para el sector industrial”.
Explicó que cada sector es diferente y se debe buscar nuevos mecanismos de garantía.
Javier Arze, gerente general de la Cámara de Constructores de Santa Cruz (Cadecocruz), indicó que el sector se ha convertido en un socio estratégico de la banca. Además, el sector “aprovechó muy bien” el Decreto Supremo 1842, que obliga a las entidades financieras a colocar hasta el 60% de sus carteras en el sector productivo y vivienda de interés social.
De su lado, Freddy Suárez, dirigente de la CAO, insistió en que es necesario buscar nuevas garantías para los pequeños productores.
De acuerdo a la ASFI, los tres sectores productivos que más recursos canalizaron fueron la construcción (Bs 1.366 millones), agricultura (Bs 1.173 millones) e industria manufacturera (Bs 1.073 millones).
Se envió una solicitud para conocer el análisis de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia, pero la entidad no respondió hasta el cierre.