La Inversión Extranjera Directa Neta el año pasado alcanzó 645 millones de dólares, un 262% más que en 2016 y se concentró principalmente en hidrocarburos y minería, según el reporte de Balanza de Pagos del Banco Central de Bolivia (BCB).
De esa manera los flujos de capital externo hacía el país se recuperaron, luego de la caída que se había observado en 2016 (ver gráfica).
Por el cambio de la metodología (sexto manual de balanza de pagos y posición de la inversión internacional), el BCB toma en cuenta como resultado para el cálculo de la inversión neta también los activos (bonos, préstamos y depósitos) y no sólo la desinversión de las empresas.
El informe revela también que la Inversión Extranjera Directa Bruta se incrementó en el período de análisis de 1.100,7 millones de dólares a 1.220,9 millones de dólares, 10,9% más.
De este valor, el sector de hidrocarburos captó 385,5 millones de dólares, cifra levemente superior a 2016 y que representa el 31,6% del total de inversión.
Posteriormente se ubica la industria manufacturera donde se atrajo 258,6 millones de dólares, minería 252,8 millones de dólares, como los principales.
En el sector de la construcción se invirtieron 98,4 millones de dólares, cifra inferior a los 162 millones de dólares de 2016.
El expresidente del BCB, Juan Antonio Morales, explicó que Bolivia los últimos años siempre recibió menores niveles de inversión externa como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), en los años 90 los montos eran superiores.
Sin embargo, aclaró que en general los flujos de capital hacía América Latina disminuyeron desde mediados de 2014, como efecto de la caída de precios de las materias primas.
El Gobierno organizó dos foros a nivel internacional para captar el interés de inversionistas, pero en criterio de Morales no hay resultados.
En hidrocarburos hay inversiones, porque las empresas no se fueron después de la nacionalización, pero sólo invierten con lo necesario para seguir produciendo. En minería es similar, sólo hay una gran empresa que es San Cristóbal y un par mas”, precisó.
Para el exministro de Minería, Dionisio Garzón 200 millones de dólares en el sector es una cifra baja y básicamente es para el mantenimiento de las operaciones actuales o algunos trabajos para desarrollar reservas.
Es posible dijo que en San Cristóbal o San Vicente se hubiesen realizado perforaciones, apertura de nuevas galerías, pero son tareas que requieren una inversión modesta.
En San Cristóbal, tienen unos gastos en control de personal, cargas, optimización de estaciones, a veces necesitan nueva maquinaria o unidades de transporte”, anotó el experto.
La exautoridad advirtió que la inversión seguirá baja en el sector, mientras no se cambie la Ley de Minería.
La legislación vigente no permite que las empresas puedan acudir al mercado de valores para buscar financiamiento, tampoco se permite la inscripción de la propiedad, ni su transferencia o herencia.
Otra camisa de fuerza que tienen las empresas es la consulta previa que la deben financiar y lo primero con lo que se encuentran es que la comunidad quiere ser socia del proyecto.
Hay potencial, pero un programa de perforación necesita 50 o 100 millones de dólares y si la empresa no es grande, no puede financiar ese monto. Hay que cambiar la ley o que el Estado apalanque o impulse un banco minero”, añadió Garzón.
La inversión extranjera directa es aquella que tiene como propósito crear un vínculo duradero con fines económicos y empresariales de largo plazo, por parte de un inversionista extranjero en el país receptor.