Los procesos de producción se han vuelto cada vez más fragmentados en todo el mundo. En sectores tan diversos como el electrónico, de equipos de transporte, y de ropa y alimentos, los productos se fabrican en un proceso de producción de etapas múltiples, en el que cada etapa se lleva a cabo en un país diferente en todo el mundo.
Los ejemplos citados con frecuencia incluyen el iPhone y el 787 Dreamliner de Boeing. Incluso los productos menos tecnológicos, como la muñeca Barbie, ahora involucran etapas de producción en varios países.
En la actualidad, muchos países, incluyendo algunos en el mundo en desarrollo, están fabricando y comercializando componentes de productos que nunca antes habían producido.
Al ingresar a las cadenas de suministro mundiales, están aumentando su cartera de exportaciones. Por lo tanto, en las últimas tres décadas, la fragmentación de la producción ha sido un factor impulsor detrás de los niveles actuales sin precedentes del comercio internacional como un porcentaje del PIB mundial.
La participación en las cadenas de suministro mundiales también es una oportunidad para la diversificación de las exportaciones, un tema de gran importancia para los países latinoamericanos y del Caribe con bases de exportación altamente concentradas, particularmente aquellos dominados por los sectores que usan de forma intensiva los recursos naturales.
En resumen, para estos países, unirse a las cadenas de suministro de productos que antes estaban fuera de su alcance significa una mayor participación en el comercio, una mayor diversificación de su oferta de productos, así como una exposición a la inteligencia de mercado y tecnologías de producción más recientes.
Promover la integración regional en América Latina no es tarea fácil. El BID ha presentado una iniciativa basada en la convergencia y la racionalización de los acuerdos existentes, al llenar los eslabones perdidos (firma de acuerdos entre países y bloques comerciales dentro de la región donde no existen actualmente) y al trabajar bajo un estructura flexible y minimalista que evita las instituciones supranacionales (BID, 2017).
Factores a tomar en cuenta:
Con la creciente importancia de las cadenas de valor mundiales, el comercio de insumos intermedios se ha convertido en una fuerza impulsora del comercio internacional. Hoy en día, los insumos intermedios cons-tituyen el 60% del comercio mundial.
América Latina tiene significativamente menos cadenas de abastecimiento intrarregional, donde solo el 15% de las importaciones se utilizan para producir las exportacio-nes procedentes de la región.
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