La institucionalidad empresarial privada boliviana, reunida el 29 de mayo de 2018, en el Congreso de Empresarios y Emprendedores, representando a todas las regiones del país, a todos los sectores de nuestra economía y a cientos de miles de bolivianos de todos los segmentos sociales, alzamos la voz unísona en defensa del Estado de Derecho, la
propiedad privada, la libertad de empresa, el empleo digno y las oportunidades para trabajar, prosperar y traer mejores días para Bolivia.
Durante los últimos años, desde nuestras instituciones representativas, hemos realizado esfuerzos inmensos de diálogo con quienes tienen la responsabilidad de definir los destinos del país. Hemos sido francos, propositivos, transparentes y responsables; pero, además hemos sido persistentes y constructivos. Todo bajo la premisa de que el diálogo es la única forma de construir futuro. Lamentablemente, como vimos hoy en nuestro análisis, no se han tomado en cuenta nuestras propuestas de solución; los problemas que nos impiden avanzar no están resueltos y a pesar de que hubo un compromiso al más alto nivel del Estado, no se lograron resultados.
El empleo es uno de los bienes sociales más preciados por la ciudadanía y éste se crea, no con acciones demagógicas de corto plazo, sino con políticas serias que generen oportunidades. Hoy vemos con preocupación que prevalece una visión corporativista que hace que las autoridades solo escuchen a grupos que ejercen presión, bajo una lógica de
corto plazo y beneficio coyuntural. No se miden las consecuencias que pueden traducirse en un sector productivo con menor capacidad para generar excedentes, ingresos para el Estado, divisas, y principalmente trabajo para todos los bolivianos.
Un resultado así tiene un costo inmensurable que compromete la estabilidad económica y social de la nación. Los bolivianos tenemos la responsabilidad de luchar contra la pobreza y no aceptaremos otra cosa que no sea la posibilidad de asegurar mayor bienestar, en un marco de políticas públicas para todos los bolivianos.
La realidad económica ha cambiado y las oportunidades se están perdiendo. En el contexto actual, se requiere ajustar el modelo, hacia uno inclusivo donde los empresarios y emprendedores tengamos un espacio para crear oportunidades y generar empleo digno, tal como lo manda la Constitución. Por ello, la iniciativa empresarial privada y la sociedad civil deben ser parte de las decisiones para lograr mayor bienestar.
Los empresarios somos personas de diálogo y reafirmamos nuestras aspiraciones y compromisos con Bolivia. Exigimos un diálogo con resultados, continuo y acotado en plazos. No podemos dilatar soluciones que son urgentes, pues enfrentamos problemas estructurales y de coyuntura, que proyectan sombras sobre el futuro del aparato
productivo del país y el bienestar de la población boliviana.
Por lo tanto, resolvemos:
Es tiempo de un diálogo claro y sincero para alcanzar un acuerdo nacional con el gobierno. El país requiere respuestas concretas a los problemas en el plazo más corto posible frente a un contexto cada vez más adverso.