El empleo en el país está concentrado principalmente en los rubros de comercio y servicios, que ocupan cerca del 30% de la población económicamente activa, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, expertos y empresarios opinan que debería potenciarse la creación de trabajos de calidad en los sectores productivos como la manufactura.
De acuerdo con el INE, en el área urbana la población ocupada alcanza alrededor de 3.571.000 personas, y destaca que el 22,1% de esta población (790 mil personas) tiene como principal actividad el comercio, seguido de un 14,1% (504 mil personas) que se dedica a la industria manufacturera y el 9,8% (349 mil personas) que trabaja en alojamientos y comidas, principalmente.
Asimismo, el reporte del Instituto de Estadística refleja que el 54% de los ocupados son varones y el 46% son mujeres; y por grupos de edad, la mayoría de las personas ocupadas (44,3%) tienen entre 36 y 59 años.
“No es una buena señal que la mayor parte de la población ocupada trabaje en comercio y servicios, porque son actividades que no generan valor agregado en general y normalmente no cuentan con condiciones laborales óptimas” explicó el ex Viceministro de Trabajo Richard Villca.
Explicó que desde la suspensión de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas y de Erradicación de la Droga (ATPDEA) que beneficiaba con arancel cero a varios productos nacionales en Estados Unidos, el sector e manufacturero vio reducida su capacidad de generación de empleo.
“Desde el final del ATPDEA el sector manufacturero en especial vio mermados sus ingresos por la falta de mercados para sus productos y muchas industrias tuvieron que cerrar o reducirse para sobrevivir, lo que hizo que ya no pudieran absorber la demanda de empleo en el país”, remarcó.
El experto en temas laborales, Rodolfo Eróstegui añadió que la generación de empleo es consecuencia de la actividad económica, por lo que una mayor generación de empleo en algunos sectores responde a la necesidad generada por la demanda de los mercados.
“El empleo es la consecuencia de la actividad económica. El modelo o patrón de crecimiento económico está basado en actividades productivas mineras, gasíferas y de servicios de baja incorporación tecnológica. Qué significa esto, que el empleo estará centrado en las actividades mineras y la de comercio a detalle y el comercio callejero”, precisó.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, señaló que no se debe desmerecer la creación de empleo en los sectores de comercio y servicios, pero es necesario tomar medidas para que la industria manufacturera se fortalezca y pueda emplear a más gente, ya que este sector puede generar empleos dignos y formales.
“No debemos desmerecer la generación de empleo en el sector comercial, pero lo ideal es que el sector manufacturero sea el que mayor empleo concentre. Para eso debemos trabajar en medidas que solucionen los problemas que tenemos actualmente y apalanquen la industria y pueda cumplir con su rol. El Estado debe incentivar el crecimiento de este sector, porque así se generará empleo digno, formal, bien remunerado y especializado, lo que repercute en el bienestar de las familias”, resaltó.
Según el INE, para el cuarto trimestre de 2018, la tasa de desocupación urbana en Bolivia fue de 4,27%, la más baja de la región, seguida de Ecuador (4,8%); en cambio, las más altas se registraron en Brasil (11,6%), Colombia (10,2%) y Argentina (9,0%).
De acuerdo con el presidente de la CEPB, si bien los datos generales muestran una reducción en la tasa de desempleo, muchas de las personas ocupadas trabajan en empleos informales, sin beneficios sociales ni estabilidad laboral.
“Esto nos obliga a repensar la política laboral y pensar en las maneras para que se generen las condiciones para que el tema laboral mejore, y se generen las oportunidades para acceder a empleos dignos y bien remunerados”, agregó.
Las cifras del INE, muestran que de la población ocupada, el 43,4% es asalariada, 46,2% no percibe un salario fijo y el 10,4% esta empleada en una empresa familiar.
El 42% de los ocupados en el área urbana del país son jóvenes de entre 18 y 35 años, según datos sistematizados por el Ministerio de Planificación con base en la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Según la encuesta realizada por el INE, en el contexto urbano, los jóvenes entre los 18 a 35 años representan el 42% del total de la población ocupada del país”, explicó el ministerio en respuesta a un cuestionario enviado por Página Siete.
El ministerio indica que el 55% de los jóvenes ocupados son hombres y el 45% mujeres.
Asimismo, los sectores que emplean la mayor cantidad de jóvenes son el comercio, alojamiento y comidas, la industria manufacturera y la construcción. Todos ellos concentran el 60% del empleo juvenil.
Por tipo de ocupación, un 54% de los jóvenes se encuentran como asalariados, 35% no perciben un salario fijo y el 11% trabaja como familiar auxiliar.
El ministerio indica además que en 2018, de los 203 mil empleos creados en el área urbana, 96.000 fueron ocupados por personas entre los 18 a 35 años.
De acuerdo con la cartera de Estado, los datos en Latinoamérica muestran que los jóvenes, y especialmente las mujeres, tienen mayor dificultad para conseguir un empleo. En Bolivia la tasa para el grupo etario entre los 18 a 35 años fue del 6,5%
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) Ronald Nostas, indicó que esta situación se presenta principalmente por la rigidez de la normativa laboral.