En el país, sólo 196 empresas de 20.965 registradas en Fundempresa en tipo societarios (excepto unipersonales), cuentan con sus sistemas de gestión y de sus productos certificados, según el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca).
De acuerdo a Ibnorca y a la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), esta cifra, que sólo representa el 0,9% del total de las empresas en el país, se debe, a que la solicitud para obtener una certificación «es voluntaria».
En el ranking de los sectores que tienen mayor cantidad de certificaciones, se destacan el de transporte (principalmente despachantes de aduanas), hidrocarburos, construcción, alimentos y bebidas, salud y entidades públicas y entre los que menos certificaciones tienen están textiles, hotelería y minería.
Daniel Sánchez, presidente de la CEPB, dijo que la cifra es mínima debido a que las empresas desconocen las ventajas que pueden recibir al tener sus procesos certificados y que, solo las que requieren relacionarse con otras firmas la tramitan.
Por su parte, Jaime Ponce, presidente de los empresarios de Cochabamba, justificó la cifra reducida porque el consumidor en el país, no exige calidad y porque se privilegia más al contrabando que al sector formal.
La certificación de calidad puede incidir en ventajas medibles: el incremento de sus ventas, en algunos casos, hasta el 60%, la estandarización de sus procesos que le permiten abrir otros mercados y, sobre todo, mejorar los intangibles, como el prestigio de la compañía frente a sus clientes, proveedores e incluso la competencia. Así lo confirmaron los representantes de al menos 10 empresas de diferentes áreas consultadas y analistas del sector.
“Los sistemas de calidad producen costos que la empresa debe considerarlos ya que, no tenerlos les puede significar un motivo de exclusión en mercados exigentes como el europeo”, aseveró, Wilfredo Rojo, presidente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex).
José Porcile, oficial de asuntos económicos de la Cepal, afirmó que durante el proceso de certificación hay un impacto no solo en la calidad sino también en la productividad de la empresa y en la eficiencia de sus procesos.
Según información de Ibnorca, hasta septiembre de las 196 compañías:
En el catálogo de Ibnorca existen más de 2.722 normas registradas en más de 100 sectores, como:
La fábrica de galletas Fagal tramitó las certificaciones ISO 9001 y otra de inocuidad otorgada por el Instituto Argentino IRAM, pese a que para la venta, el mercado aún no lo exigía. Sin embargo, al poco tiempo, esta acción le posibilitó que Nestlé se interese en la firma y la compre, según explicaron desde Ibnorca.
Para la Uagrm Business School, el contar con la ISO 9001 desde 2009 le significó un crecimiento de un 70% en el número de los estudiantes y mejoró su prestigio, lo cual repercute en sus ingresos. Mantener la certificación les significa entre 2.000 y 5.000 dólares al año.
Rodrigo Quintana, subgerente de medioambiente de Gas Trans Boliviano (GTB), explicó que cuentan con tres certificaciones desde 2003 que les permiten gestionar eficientemente sus operaciones, principalmente medioambientales, y mantener estándares con intangibles que cuentan a la hora de evaluar contrataciones.
La petrolera Repsol Bolivia tiene cinco certificaciones que son auditadas periódicamente e implementarlas les ayudó a identificar los riesgos, las formas de control y mitigación y añadir valor a la compañía.
Richard Limachi Chipani / octubre 21, 2021
Excelente explicación, necesito saber como iniciar el proceso de certificación de calidad de procesos