Desde el lunes 3 de febrero, la Administradora de Servicios Portuarios-Bolivia (ASP-B) rebajará las tarifas portuarias de despacho indirecto en 30% y eliminará el cobro por despacho directo, señaló ayer su gerente, Marwin Flores, en la rendición de cuentas de la institución.
“Una crítica que ha existido a la ASP-B en el pasado ha sido los precios que cobra, y en este sentido proponemos una nueva estructura tarifaria, que contiene el incremento que hemos heredado, pero también un nuevo modelo logístico que permite optimizar los costos y tiempos. A partir del 3 de febrero, los despachos indirectos, los que van a un lugar de almacenamiento, tendrán una reducción del 30%, esto en las tarifas que cobra la ASP-B”, explicó la autoridad.
En la actualidad, la ASP-B cobra en promedio 90 dólares por el despacho indirecto de los contenedores de 40 pies. Con el descuento, el costo será de aproximadamente 72 dólares.
Por otra parte, los servicios de despacho directo -aquellos que se descargan desde el barco a los camiones- no tendrán costo, así como los servicios especiales que tiene disponibles la administradora boliviana de puertos.
“Se está reduciendo en 100% la modalidad de despachos directos de contenedor, lo mismo con los servicios especiales, los que representan el 4% de la operación de la ASP-B”, acotó Flores.
La concesionaria del puerto ariqueño, Terminal Puerto Arica (TPA), no cobra a la ASP-B por los despachos directos, pero la anterior administración boliviana cobraba hasta 46 dolares.
Flores señaló que la nueva estructura de costos responde a un nuevo modelo logístico, en el cual se apunta a que la carga boliviana sea consolidada y desconsolidada dentro del país, para ahorrar dinero y tiempo.
“De alguna forma esta nueva estructura lo que pretende es que estos servicios (de consolidación y desconsolidación de carga) puedan realizarse en Bolivia, lo más cercano a las zonas de operación, a través de Depósitos Aduaneros de Bolivia (DAB) o Almacenera Boliviana (ALBO)”.
Apuntó que con estos incentivos y el nuevo modelo, lo que se busca es que el producto que se importe o exporte tenga una mayor competitividad para que más adelante el consumidor final perciba un efecto positivo.
“Tenemos que cambiar el paradigma de bioceanidad al de interoceanidad, esto quiere decir que todos los servicios relacionados con la carga se puedan realizar en Bolivia; actualmente lo que se tiene es que estos servicios se realizan en los puertos. El cambio implicaría un generador económico para los operadores y las empresas de logística en el país, con una mejora en el despacho de carga”, acotó Flores.
Sobre las críticas de los sectores privados y de transporte sobre los constantes retrasos en el despacho de carga en el puerto de Arica, Flores indicó que, gracias al modelo, se podrá reducir los tiempos, ya que se minimizarán los servicios en la terminal portuaria, y las tareas operativas serán menores también.
“Hubo críticas de los sectores de transporte y privado hacia las demoras que se daban en Arica; sin embargo, si se van a minimizar los servicios de desconsolidación en puerto, lo que se espera es que al haber mayor afluencia de contenedores, esa operación sea más rápida, así que también bajamos el tema de tiempos”, explicó el gerente.
A las reducciones de precio y tiempo, la ASP-B también incorpora otras innovaciones como la implementación de una aplicación móvil para el seguimiento en tiempo real de la carga.
El ejecutivo de la ASP-B informó que la anterior gestión acordó con la Terminal Portuaria de Arica que las tarifas portuarias se incrementen en un 53% con respecto al acta de entendimiento firmado entre ambos países en la gestión 2012, y que a medida que pasen los años estas tarifas se incrementarán conforme al índice Usspi, de variación de la inflación estadounidense.
No obstante, el gerente de la institución dijo que esos costos los cubrirá la ASP-B y que no llegará a los transportistas ni empresas bolivianas que importen y exporten en el puerto de Arica.
Detalló que a partir del primer día de enero, las tarifas de consolidación y desconsolidación tuvieron un incremento adicional que llegó al 57%, y que a partir de agosto esa tarifa se volverá a incrementar hasta alcanzar un 60%, según el índice Usspi, que sirve como referente para fijar los precios en el puerto.
El gerente de la Administración de Servicios Portuarios-Bolivia (ASP-B), Marwin Flores, reportó que entre 2017 y 2019 el comercio exterior boliviano a través de Chile bajó de 89,8% a 71,2%, mientras que mediante la terminal peruana de Ilo subió de 3,3% a 8,1% en ese mismo periodo.
“En 2017, la carga que sale por Perú representaba un 3,3% y subió a un 8,1% hasta 2019. Hay que tener en cuenta que a partir de la apertura que tuvo Perú para la modernización del puerto de Ilo y la rehabilitación de lo logístico, estamos viendo que los resultados son favorables”, dijo Flores.
El flujo por la hidrovía Paraguay-Paraná también subió de 4,6% a 11,2% en dos años.
En total, Bolivia movilizó entre enero y noviembre de la gestión pasada 2,3 millones de toneladas de carga vía ultramar, ya sea a través de los puertos chilenos o peruanos al Pacífico, y también por la hidrovía Paraguay-Paraná, hacia el Atlántico.