El e-commerce crece y se consolida en el país, y permite desde el pago de servicios básicos, pensiones escolares y viajes, hasta la oferta de productos de manera virtual y en línea por diversas plataformas de internet.
Con la crisis sanitaria provocada por la pandemia el también denominado comercio electrónico se ha expandido en todo el mundo y en Bolivia.
Edith Aguirre, supervisora de e-commerce de la Red Enlace, explica que este comercio ofrece amplias oportunidades y solo limitadas por la creatividad de la persona que vende.
Por este canal se puede vender no solo productos, sino también servicios.
En la categoría de servicios, actualmente en Bolivia se pueden pagar las pensiones de colegios, universidades, seguros, servicios básicos, servicios de telecomunicaciones, servicios de publicidad y suscripciones a periódicos locales.
En el segmento de viajes y entretenimiento, las personas tienen la posibilidad de pagar pasajes aéreos/terrestres, servicios de hospedaje y de alquiler de autos, entre otros.
En la categoría de productos, Aguirre sostiene que el alcance es muy amplio. “Desde restaurantes, farmacias, supermercados, tiendas de indumentaria, artículos para mascotas y toda la gama de accesorios que pudiéramos precisar”, destaca.
La gama de ofertantes también es amplia y se extiende a cualquier ente que cumpla con las condiciones y documentación requerida para vender en forma presencial. La comercialización también se puede hacer en línea cobrando el dinero con medios de pagos electrónicos.
Aguirre indica que en los últimos años el canal de ventas por Internet creció exponencialmente, no solo en Bolivia, sino a nivel mundial, con mayor aceleración en Asia, Europa y América del Norte.
En América Latina hubo una menor velocidad, pero la crisis provocada por la pandemia y la obligación de quedarse en casa aceleraron el comercio electrónico. Según la especialista, en Bolivia en particular, en promedio durante 2018 las ventas pagadas con tarjetas de crédito o débito en e-commerce fue menor al 5%, pero este año ese porcentaje subió a casi el 15%.
Las estadísticas a nivel mundial indican que el 50% de las personas tienen acceso a canales digitales de compra-venta. Y que cuatro de cada seis personas de ese segmento hicieron al menos una transacción de este tipo.
Aguirre explica que si bien Bolivia es uno de los países más bancarizados a nivel regional, nuestra limitante es que las personas no siempre usan las tarjetas de débito y de crédito.
“Se cuenta con 250 mil tarjetas de crédito y prácticamente cuatro millones de tarjetas de débito, sobre una población económicamente activa de 6,5 millones de personas. Esto implica que el 65% de la población tiene acceso a un medio de pago electrónico, por ende puede hacer e-commerce”, puntualiza.
Un aspecto que destaca Aguirre es que el mercado potencial de compradores en Bolivia es de 4,2 millones de personas.
Pero los ofertantes de bienes y servicios son ilimitados, ya que cada ciudadano boliviano podría contar con su emprendimiento e incluso con más de uno.
Aunque el e-commerce avanza, existen algunas barreras que frenan un mayor desarrollo en el país, indica Aguirre.
Una de ellas es la logística y para ello el país debe trabajar para contar con mejores vías de comunicación y lograr que los costos sean asequibles. “En este ámbito son pocas las empresas que se dedican al transporte de pedidos de este tipo, tanto de largas distancias y de última milla”, observa Aguirre.
Otra barrera es que el mercado local es amplio y no se cuenta con el suficiente número de recursos humanos capacitados en estos modelos de negocio para cubrir esas necesidades. Pero son aspectos a superar. Falta de impulso gubernamental: una deuda interna que tienen los bolivianos es la parte normativa para impulsar este nicho comercial. La regulación es casi inexistente. Tampoco se cuenta con programas de incentivos que beneficien al segmento que compra o al segmento que vende.
La apuesta al e-commerce ha sido una herramienta a la que apuestan muchas empresas en el país como AXS Bolivia que ofrece diversas opciones a sus clientes para el pago en línea de sus servicios.
Hilde Yucra, gerente de tecnología de la información de AXS Bolivia, informó que debido a la pandemia de Coronavirus, desde 2020 la empresa tuvo que abrir más canales de cobranza para minimizar la presencia física de los clientes en oficinas.
Fuera de la banca por internet, los clientes tienen posibilidades de cancelar servicios con código QR y la plataforma de ATC con tarjetas de débito y crédito.
Estas modalidades de pago, a medida que la gente ha comenzado a tener confianza y aprendizaje, se han incrementado. “Se aceleró desde mayo 2020, antes solo se hacían pagos por banca por internet; ahora es en línea por varios canales, pero hay gente que prefiere ir a oficinas”, dijo.
El Marketplace es una plataforma online para comprar productos o servicios de diferentes marcas o empresas y es una de las herramientas de mayor expansión para aumentar las ventas.
A diferencia del e-commerce, es básicamente una tienda virtual en la que una marca o empresa pone a la venta sus productos o servicios a la población.
Nicolás Valenzuela, director de Customer Success de VTEX para Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, durante uno de los eventos con motivo del E-Commerceday, explicó que el Marketplace es la plataforma que tiene el mayor crecimiento y que ofrece las mejores posibilidades de expandir negocios.
Permite que el e-commerce pase a ser parte del concepto de Marketplace para ampliar el mercado y acelerar ventas de un producto.
Por ejemplo alguien puede ofrecer en su sitio de e-commerce colchones y somiers, pero su rubro no alcanza a la venta las sábanas y las colchas.
Sin embargo, la tendencia muestra que el cliente o el usuario busca comprar todo el paquete para su dormitorio.
Según Valenzuela el Marketplace permite que la persona que en principio solo ofertaba los colchones, pueda vender el paquete completo en su plataforma con las sábanas que tengan a disposición otros vendedores.
Esta posibilidad mejora la logística, visibiliza el sitio de negocio, y puede integrarse por ejemplo a un Marketplace reconocido como Mercado Libre u otros que están consolidados en la región y en el mundo.