Las alianzas público-privadas serán los fundamentos para convertir a Santa Cruz no solo en el hub de la producción nacional, sino en el eje de integración logística de la región, un ambicioso proyecto que llega con múltiples retos.
“La Santa Cruz metropolitana se constituirá en el eje de integración logística de Bolivia y Sudamérica, integración distribuidora de carga y alimentos, innovadora, competitiva y sostenible, ya que el desarrollo planificado conservará los recursos naturales y el medioambiente”, remarcó Javier Arze, gerente general de la Cadecocruz.
La planificación inicial para este objetivo estará lista en los próximos días y será presentada a la sociedad para que el sector público y otras instituciones se puedan sumar a esta cruzada, que requiere de grandes inversiones para hacerse realidad.
“Tenemos la posibilidad de acceder a recursos de los organismos multilaterales y del sector privado a través de las alianzas público-privadas”, remarcó el gerente general de Cadecocruz.
La institución, junto a otras del Comité Consultivo Técnico Departamental, alista así la planificación integral del área metropolitana del Santa Cruz, una zona que alberga al 72% de la población de la región; genera el 52% de la producción cruceña; concentra la mayor cantidad de industrias, centros de distribución y consumo; y es área de tránsito de casi toda la mercadería que tiene origen en el territorio oriental.
Para evitar el ‘colapso’ del área metropolitana ante la cantidad futura de vehículos que será necesaria para seguir moviendo el motor de la economía boliviana, el Comité propone, por ejemplo, el Corredor Norte-Sur.
Este proyecto de $us 324 millones incluye seis autopistas con una extensión total de 215 kilómetros, además de dos estaciones multimodales para facilitar la distribución de mercadería.
Se complementará con un medio de transporte masivo: el tren metropolitano, que recorrerá 115 kilómetros de la región y demandará de $us 1.380 millones.
Otro de los proyectos tiene que ver con el desarrollo del Hub de Viru Viru. El aeropuerto funciona hoy al 17% de capacidad, al atender a tres millones de pasajeros por año y generar 5.000 fuentes directas de empleo. Sin muchas inversiones y optimizando sus operaciones, puede atender a 7,4 millones por año. Con las inversiones necesarias, tiene potencial para atender hasta 50 millones de pasajeros por año, con la consiguiente expansión del empleo y la generación de recursos.
“La implementación de esta planificación metropolitana se traduce en diversas oportunidades para el desarrollo metropolitano, departamental y nacional”, remarcó el vicegobernador Mario Aguilera, quien dirige la instancia de Asuntos Metropolitanos, responsable de sentar las bases para el desarrollo de esta región.
Pero convertir a Santa Cruz en el eje integrador sudamericano requerirá también del trabajo en otros frentes, ya que aún hay mucho por hacer en la logística de Santa Cruz y Bolivia, para elevar los márgenes de eficiencia y reducir los costos de transporte.
“Deberíamos pensar en una integración entre todos los sistemas logísticos”, subrayó Ricardo Fernández, presidente ejecutivo de las ferroviarias Andina y Oriental.
Uno de los desafíos en el sector es la vinculación de los dos ramales ferroviarios del país, un proyecto que comenzó en 2012 y que la administración de Luis Arce prevé concretar hasta 2025 para dar curso al Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración.
A nivel de transporte fluvial, un estudio de la Cadex indica que hasta 2025 la exportación e importación por la Hidrovía Paraguay-Paraná podría incrementarse un 50% (respecto al 2019), alcanzando un movimiento de carga de 3 millones de toneladas.
Sin embargo, ese resultado está sujeto a planificación y más inversiones para mantener el canal Tamengo navegable, así como a una mayor eficiencia en los procesos administrativos, como permisos, registros y demás.
“Que todo esto se haga más o menos rápido dependerá de los municipios involucrados y de las autoridades nacionales y departamentales, pero se hará. El modelo de desarrollo cruceño ha demostrado que —aún sin apoyo— las instituciones del departamento se encargan de convertir los sueños en realidad”, remarcó Gary Rodríguez, gerente general del IBCE.
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