El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó el reporte “Perspectivas económicas: Las Américas Desafíos crecientes” en la que proyecta un mejoramiento en la economía para el 2014 pero así también evidencia algunas debilidades y riesgos geopolíticos.
Según el informe la actividad económica mundial se fortaleció en el segundo semestre de 2013 y se prevé que mejore aún más en 2014, impulsada por una recuperación más rápida en las economías avanzadas. Se proyecta que el crecimiento mundial aumente de 3 por ciento en 2013 a levemente por encima del 3½ por ciento en 2014, y a casi 4 por ciento en 2015. El nivel de actividad en las economías avanzadas será impulsado por una reducción de la consolidación fiscal, excepto en Japón, y por condiciones monetarias aún muy relajadas.
Por otra parte, el crecimiento en las economías de mercados emergentes probablemente seguirá siendo moderado, debido a condiciones financieras más restrictivas y debilidades de origen interno en ciertos casos. Los riesgos en torno a las perspectivas han disminuido en alguna medida, pero continúan inclinándose a la baja, debido entre otras causas a crecientes riesgos geopolíticos.
En este contexto, se prevé que el nivel de actividad económica en América Latina y el Caribe continúe creciendo a un ritmo lento en 2014. Se espera que la recuperación más rápida en Estados Unidos y otras economías avanzadas impulse el crecimiento de las exportaciones, aunque la estabilización o incluso caída de los precios mundiales de las materias primas y los mayores costos de financiamiento externo probablemente afecten la demanda interna. Probablemente persistan cuellos de botella del lado de la oferta en varias economías, debido a la sostenida desaceleración de la inversión. En general, se proyecta que el crecimiento regional sea de 2½ por ciento en 2014, menor al 2¾ por ciento observado en 2013 y muy por debajo de las relativamente elevadas tasas de crecimiento de 2010–12. Se proyecta un repunte moderado, al 3 por ciento, para 2015.
Más que de costumbre, las cifras agregadas de crecimiento encubren dinámicas divergentes en las economías más grandes de la región. Se espera un repunte del crecimiento en México, gracias a la aceleración de la recuperación económica de Estados Unidos y a la normalización de algunos factores internos.
En Brasil, se prevé que la actividad se mantenga moderada, ya que el bajo nivel de confianza empresarial continúa afectando a la inversión privada. Argentina y Venezuela enfrentan perspectivas de crecimiento difíciles, vinculadas a importantes desequilibrios macroeconómicos y a políticas distorsivas.
Para la región en su conjunto, las perspectivas permanecen ensombrecidas por riesgos a la baja, que incluyen posibles nuevos episodios de volatilidad en los mercados financieros y una caída más pronunciada de lo previsto de los precios de las materias primas. Las débiles posiciones fiscales representan una importante vulnerabilidad interna en muchas economías, especialmente en América Central y el Caribe.
En América Central, la consolidación fiscal no debería demorarse más dado que las condiciones de financiamiento se tornarán menos favorables. Los esfuerzos de consolidación deben incluir tanto restricciones del gasto como un aumento de la recaudación tributaria. Los países que no están oficialmente dolarizados también se beneficiarían de una mayor flexibilidad del tipo de cambio.
En esta edición de Perspectivas económicas: Las Américas se presentan tres capítulos analíticos acerca de los desafíos y el diseño de políticas internas adecuadas en un entorno mundial cambiante. Específicamente, en estos capítulos se evalúan el impacto de la normalización de la política monetaria estadounidense en América Latina y el Caribe, las consecuencias de menores precios de materias primas para el crecimiento económico de la región, y el comportamiento cíclico de la política fiscal en los países de la región.