La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó el miércoles 7 de mayo el documento: «Integración regional: hacia una estrategia de cadenas de valor inclusivas» en el que traza una propuesta para avanzar hacia la integración regional a partir de una mayor articulación productiva entre los países en el marco del actual momento histórico caracterizado por la acelerada innovación tecnológica, el reposicionamiento de los distintos actores en la economía mundial y la conformación de mercados regionales ampliados..
En el documento, la CEPAL destaca la vigencia del concepto de integración en el actual contexto internacional como un componente básico de la transformación productiva y de las estrategias de crecimiento con igualdad.
La propuesta fue presentada durante el seminario Desafíos de la integración regional, en el marco del Trigésimo quinto período de sesiones que la institución celebra hasta el viernes 9 de mayo en Lima.
El documento resalta que es difícil pensar que la región pueda lograr un crecimiento sostenible, reduciendo la pobreza y la desigualdad y avanzando en materia de innovación, sin diversificar su estructura productiva y exportadora. Por esto plantea la necesidad de avanzar hacia marcos normativos comunes que incentiven a las empresas de cada país a articular sus operaciones con otras más allá de las fronteras.
La irrupción de las cadenas de valor en la economía mundial ha volcado la atención sobre la importancia del espacio regional como pilar de las principales redes de producción, que se caracterizan por complejos flujos de bienes, servicios, información y personas, señala la publicación.
Para los países de la región, el desafío consiste no solo en ser parte de las cadenas de valor, sino en construir elementos diferenciadores que les permitan ascender en la jerarquía de las mismas, más allá de la dotación de recursos naturales o los bajos costos laborales.
Para este fin, la CEPAL propone la creación gradual de espacios compartidos de política industrial en sectores productivos con potencial para gestar cadenas de valor competitivas. Juegan a favor de este planteamiento los avances que la región ha experimentado en diversos ámbitos, dice el organismo.
Por último, la institución llama a considerar la integración como una política de Estado que busque convergencias y no pretenda eliminar las diferencias, sino hacerlas manejables. En una región diversa como América Latina y el Caribe, este es el principal desafío para alcanzar una integración que impulse el cambio estructural que requiere.