La calificadora internacional de riesgo estadounidense Standard & Poor’s Ratings Services (S&P) elevó la calificación de riesgo a Bolivia de BB- a BB, una ubicación que el país alcanza por primera vez.
La última vez que S&P elevó la calificación del país fue el 18 de mayo de 2012. En esa oportunidad, la calificadora internacional subió la nota de Bolivia de B+ a BB- con perspectiva estable, como consecuencia de los logros económicos obtenidos desde 2006 por el Ejecutivo boliviano.
El alza de la calificación de Bolivia refleja la mayor resistencia económica del país ante shocks negativos debido a su persistente crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) y de los superávits fiscales y en la cuenta corriente. Bolivia ha presentado superávits en la cuenta corriente desde 2003 y superávits fiscales desde 2006”, señala la calificadora de riesgo en un reporte publicado en su página de internet.
S&P añade que este “sólido desempeño económico sostenido” ha contribuido a un descenso en el nivel de la deuda neta del gobierno general, “que proyectamos caerá a 12% del PIB en 2014 desde 31% en 2007, y ha impulsado la liquidez externa del país”.
Las reservas internacionales, excluyendo los activos del Banco Central de Bolivia (BCB) para financiamiento futuro de empresas bolivianas del sector público, se situaron en 47% del PIB en 2013, indica la calificadora.
Proyectamos que los requerimientos de financiamiento externo bruto de Bolivia sumarán 54% de los ingresos de la cuenta corriente y reservas utilizables en 2014. Estimamos que el país tenga una posición neta de acreedor externo equivalente a 104% de los ingresos de la cuenta corriente para este año”, sostiene el informe.
Al respecto, el gobierno califica de «histórica» la nueva calificación, porque nunca antes en la historia, Bolivia había recibido una puntuación tan elevada que mejora la imagen del país ante los inversionistas externos”.
Asimismo, S&P subraya que la mayor estabilidad económica, así como las medidas regulatorias y los mayores requerimientos de reservas, han contribuido a reducir la dolarización en el sistema financiero, mejorando la efectividad de la política monetaria.
Los depósitos denominados en dólares disminuyeron a 23% de los depósitos totales a principios de 2014 desde 94% en 2002, y los créditos denominados en dólares se redujeron a 11% de la cartera total desde 97% durante el mismo periodo”, añade.
Indica que las calificaciones otorgadas a Bolivia reflejan su sólido balance fiscal y externo, su amplia liquidez externa y sus perspectivas de crecimiento favorables. “También reflejan el escenario político fragmentado del país, así como su dependencia fiscal y de las exportaciones de materias primas (…). Los sectores de hidrocarburos (principalmente gas natural) y minerales representaron más de 80% de las exportaciones totales en 2013”.
La calificadora internacional de riesgo Standard & Poor’s Ratings Services (S&P) proyecta que se mantendrá un crecimiento sostenido de la economía de Bolivia en los próximos tres años. “La perspectiva estable se basa en nuestra expectativa sobre la continuidad de las políticas económicas del país tras las elecciones programadas para este año”, señala la agencia en un reporte publicado en su página web.
También señala que el PIB boliviano ha crecido a un promedio de 5% desde 2006, y subió a 6,8% en 2013, “incluso más rápido que el promedio”. “Nuestra proyección indica que el PIB per cápita alcanzará los $us 3,000 en 2014, más del doble que el nivel en 2007. El crecimiento del PIB per cápita promedió 3,4% en los últimos cuatro años y proyectamos que promediará 3% en los próximos cuatro años”.
La continua inversión del sector público, especialmente en gas natural y petróleo, debería sostener el crecimiento del PIB por encima de 5% en 2014 y probablemente en un promedio de 4,6% durante los próximos tres años. La balanza de la cuenta corriente probablemente será superavitaria en un 2% del PIB en los próximos dos años”, se lee en el informe.
Indica que la “implementación pragmática” de leyes recientemente aprobadas que afectan tanto a empresas públicas como privadas en Bolivia aumentará la probabilidad de que continúe la inversión en los sectores de recursos naturales e industriales, sentando las bases para el crecimiento futuro del PIB.
El éxito en el impulso a la exploración y desarrollo de gas natural y petróleo mejoraría las posibilidades de continuar incrementando la producción. La combinación de un continuo crecimiento del PIB, una mayor producción de hidrocarburos, y una diversificación gradual de la economía de Bolivia, fortalecería la capacidad de Bolivia para sortear un descenso potencialmente marcado en los precios de los commodities, lo que llevaría al país a una calificación crediticia más alta”, señala.
Por el contrario, añade, un incremento potencial en la incertidumbre en torno a las políticas económicas podría dañar la inversión privada.
Ello, aunado a una inversión baja o ineficaz del sector público, que no logre fortalecer la capacidad productiva del país (especialmente en el sector de hidrocarburos), podría reducir el crecimiento del PIB. Una caída inesperada, considerable y de largo plazo en los precios de los commodities, en ausencia de mayores volúmenes de exportación, también podría reducir el crecimiento económico de Bolivia”, sostiene.
Las calificadoras de riesgo son sociedades anónimas constituidas con el objetivo exclusivo de calificar valores mobiliarios y otros riesgos (bonos soberanos, empresas, etc).
Esta figura se introdujo en el mercado de capitales con el objetivo de facilitar la toma de decisiones por parte de los inversores. El Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch son tres de las agencias de calificación, que dominan el mercado por ello su calificación es considerada por inversores empresas privadas y gobiernos.