El Gobierno presentará hasta mediados de junio el decreto reglamentario que regula las tasas de interés para el crédito productivo. Solo resta un tema: uniformar las tasas porque actualmente las entidades financieras manejan diferentes rangos.
El Gobierno, a través del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, elabora el decreto que fijará las tasas de interés para los créditos del sector productivo, al igual que se realizó con los préstamos de vivienda. Pero el tema es más complejo por la diversidad productiva y características particulares del sector, admitió ayer el viceministro de Pensiones y Servicios Financieros, Mario Guillén.
Consultado sobre cuál es la principal dificultad que tiene el Ejecutivo para definir las tasas de interés para el sector productivo, la autoridad explicó a La Razón que debido a la cantidad de entidades financieras “y los diferentes tipos de créditos que hay en el mercado nacional” es “complicado” uniformar y fijar una tasa.
Este tema se dificulta aún más por la información, por el tipo de actividad, por las propias particularidades que tiene cada actividad, añadió Guillén. “No es lo mismo un crédito productivo para una persona que produce textiles que para alguien que es un productor agricultor en el campo”, precisó el funcionario. Manifestó que la propuesta también se hace más compleja porque “hoy las tasas para el microcrédito están muy altas”.
Citó como ejemplo que las Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD) están cobrando una tasa de interés del 25% al 28%, los fondos financieros 19% y los bancos 18%. “Esas son tasas que hoy están cobrando, esas son tasas que hoy tenemos que bajar”, manifestó Guillén y subrayó que no es nada fácil fijar una tasa.
Al final —sostuvo la autoridad— lo que “estamos buscando es homogenizar para todos” un crédito que satisfaga. Ratificó que habrá por lo menos tres o más tipos de préstamos: uno para la gran empresa, otro para la microempresa y una para la mediana y pequeña empresa (Mipymes de Bolivia).
Estamos buscando segmentar el tamaño de empresa”, agregó el Viceministro de Pensiones.
Otro aspecto fundamental que mencionó la autoridad es que en las constantes reuniones que sostuvieron con los representantes de los bancos para hacerles conocer su propuesta, ellos les plantearon algunas observaciones.
Una de ellas, afirmó Guillén, es que no es lo mismo prestar $us 100.000 a 20 microempresarios bolivianos que $us 100.000 a un solo empresario, porque extender recursos a 20 solicitudes requiere un mayor estudio y es más complejo.
De esa manera habría diez veces más el esfuerzo en lugar de uno, hay que pensar en eso, porque si nosotros ponemos una tasa de interés para todos, qué va a pasar con los bancos, en lugar de incentivar a que la plata llegue a todos, podemos desincentivar”.
El Viceministro de Pensiones evitó dar cualquier cifra de las tasas de créditos en estudio hasta que se apruebe el decreto. Empero, dijo que las cifras fueron analizadas por el gabinete económico que define detalles para que, hasta la primera quincena de junio, el decreto esté totalmente aprobado. Entretanto, de manera extraoficial se conoce que el Ejecutivo plantea una tasa de hasta el 10% de interés para el microcrédito y de 2,5% para los depósitos.
El decreto promoverá el desarrollo económico de los productores bolivianos.