Con el inicio de la Copa Mundial de fútbol Brasil 2014; grupos de analistas, medios de comunicación y círculos de amigos se preguntan con respecto a las estrategias y los tips de liderazgo que manejan los entrenadores para llevar a sus equipos a la victoria.
La escritora Harrietr de Terrapinn y el analista Pascual Berronce recogen algunas lecciones de liderazgo al interior de los equipos de fútbol.
Los entrenadores previamente a la elección de jugadores para formar equipos, deben preguntarse: ¿quieren contar con un equipo defensivo o atacante? Dependiendo de la respuesta se elegirá a los jugadores y su posición. Así bajo un enfoque de equipo atacante, se deberá, por ejemplo, cambiar al que juega de lateral izquierdo para su equipo local, y llevarlo a un papel de centrocampista. Se pueden hacer estos cambios sólo cuando se sabe que el enfoque puede organizar a los jugadores en el marco de la visión.
Identificar las fortalezas y debilidades de cada jugador o miembro de tu equipo te ayudará a desarrollar una estrategia para aprovechar los puntos fuertes. Identificar las debilidades también ayuda a trabajar sobre ellas para mejorar o incluso se puedan convertir en fortalezas, según sea el caso. En el caso del fútbol, un excelente delantero puede guiar y enseñar a un jugador menos experto en esa área para que todo el equipo sea más fuerte y más versátil.
En base a las posiciones el entrenador debe armar una estrategia, según Berronce el equipo español del 2010 tenía una estrategia llamada “tiki –taka” que era una onomatopeya sin sentido que consistía en pases cortos y un juego creativo que presionaba al equipo contrario hacia su propia red. El equipo trabajaba unido con inteligencia, con pases intrincados pero manteniendo siempre su estrategia, sea el equipo adversario que fuera. Mientras que otros equipos cambiaban a último momento su estrategia dependiendo del score, esto les hacía perder el horizonte con el oponente. A diferencia de ello el equipo de España tenía la convicción de que había solo una forma de ganar la copa y era a través del “tiki – taka” y estaba muy centrado en ello para atacar.
Las empresas frecuentemente encaran la tentación de cambiar de estrategia, si los resultados no aparecen de inmediato como se tenía previsto. Sin embargo, las buenas estrategias tardan en mostrar resultados claros. La naturaleza a largo plazo de pensar estratégicamente requiere de bastante paciencia y persistencia, estos elementos son vitales para enfrentar goles a largo plazo. Los resultados no siempre llegan a la primera.
Otra lección aprendida de los equipos de fútbol, es el trabajo en equipo. Es cierto que las jugadas, las técnicas o la imagen de algunos jugadores los hagan destacar del resto, lo que les genera excesivo estima. Pascual Berronce al respecto señala que en estos casos debe primar la lección del «Orgullo colectivo en vez del ego individual».
El fútbol es un deporte que necesita colaboración de equipo, de nada sirve confiarse en el rendimiento de un solo jugador, si no se cuenta con el respaldo de todo el equipo durante el juego. Se debe tomar en cuenta que el resultado final es la colaboración de todo el equipo. Esto mismo se aplica en las empresas, dado que son entidades colectivas, cuyo trabajo en equipo y orgullo de grupo son más esenciales para el éxito más que aisladas piezas de virtuosas individualidades.
Una vez que el entrenador haya definido al tipo de equipo, identificado sus fortalezas y debilidades para mejorar y lo haya integrado aún más, está consolidando su liderazgo y está generando una visión general de la que se apropiarán los jugadores para convertirse en líderes proactivos.
Berronce se refiere al entrenador del equipo español, Vicente del Bosque el cual destacó no solo por ser un buen técnico sino como un gran líder que llevó a España a la victoria del mundial del 2010. Con su personalidad y actitud ha llevado la calma y la paciencia a sus jugadores. El adoptó un estilo diferente al de los otros entrenadores que se caracterizaban por ser arrogantes, impulsivos y de fuerte temperamento.
Del Bosque era un hombre sereno, capaz de mantener la calma en incluso las más estresantes situaciones (apenas se notaba lo que gesticulaba después del ver el score del equipo español). Era de naturaleza conciliador y eso es lo que mantuvo la unidad del equipo, con grandes dosis de humildad y fuerza para manejar los vestuarios llenos de estrellas.
Las empresas generalmente tienen dificultades por falta de un fuerte liderazgo que combine capacidad técnica y habilidades motivacionales.
Tal vez el más grande desafío de las compañías en este siglo sea el de encontrar apropiados líderes innovadores que rompan con las perpetuadas prácticas de ejecutivos del pasado.
No existe equipo que no haya soñado en ganar la Copa Mundial, aunque algunos equipos fueron derrotados antes de comenzar a jugar, y fueron retirados por pequeños goles. El entrenador de Honduras, Rueda por ejemplo estaba satisfecho solo por el hecho de participar en la Copa Mundial del 2010.
Mientras que las publicaciones de la prensa destacaban las afirmaciones de los jugadores españoles que anunciaban su objetivo “volver a casa con la copa”. Claro, el solo soñar con ser campeón no es suficiente para conseguir la copa, pero por primera vez para los jugadores este sueño era alcanzable.
Lo mismo pasa con las compañías, los sueños de las corporaciones son frecuentemente encapsuladas en la visión corporativa. Desafortunadamente, muchas empresas colocan su visión junto a la declaración de su misión y montón de valores irreales en sus sitios web como requerimientos vagos sin sentido. Para que la empresa desarrolle un sueño genuino (lo que implica tener un visión valiosa), ésta debe contener una gran pasión, ser fuerte y al mismo tiempo realista, en otras palabras debe ser inspiracional y realizable.
Y luego tiene que ser comunicada y compartida con todas las personas de la organización. Muchos empleados quieren más que solo dinero. Incorporar “sueños” puede ayudarlos a tener una visión más amplia, y lo más importante alimentar sus sueños de carrera y éxito personal.
Los equipos que llegan a la instancia de la copa mundial han alcanzado un nivel de profesionalización, más aun los equipos que clasifican para las semifinales y finales, muchos de ellos han trabajado muy duro para mejorar sus habilidades, otros equipos se han nutrido de los mejores jugadores de otros países como la liga española que cuenta con los mejores jugadores provenientes de países como Brasil y Argentina para el más alto nivel de competitividad. Este proceso de profesionalización ha tenido un efecto positivo a nivel técnico.
En los negocios, algunas empresas evitan el proceso de profesionalización porque implican cambios significativos y consecuentes riesgos. Sin embargo, a través de la profesionalización, no solo pueden mejorar su accionar, capitalizar oportunidades imprevistas, y fortalecer sus futuros prospectos sino también asegurar su longevidad.
En el juego de fútbol generalmente saltan las rivalidades entre dos grandes equipos, tal vez en algún momento uno pensó en deshacerse de uno para tener la vía libre a la victoria, sin embargo no se han puesto a pensar que es esa rivalidad la que ha impulsado su mejora hasta llegar a altos niveles de excelencia. En España destacan los equipos de Real Madrid y Barcelona con una rivalidad muy competitiva.
En los negocios, algún propietario tendrá que elegir si escoge entre tener competencia o disfrutar del monopolio, le favorecería lo último. Sin embargo, debajo de las certeras circunstancias, la competencia tiene un lado positivo. Algunas veces tener mayor competencia dirigen a más innovación y acelera el crecimiento de la productividad.
¿Apple sería la empresa de tecnología más valiosa sin la existencia de Microsoft y otros jugadores del sector? ¿Coca – Cola habría sido la misma compañía si Pepsi no hubiera existido? Probablemente no, como el ex CEO de Pepsi, Roger Enrico dijo una vez: si la empresa Coca Cola no existiera, nosotros oraríamos para que alguien la invente. La competencia necesita ser desmitificada y ser tomada como una parte integral para hacer negocios.
Propietarios de compañías y ejecutivos deberían abrazar a la competencia, dejándose influenciar por los aspectos positivos en vez de quejarte de ellos.
Los equipos están moralmente devastados después de una derrota, pero por ejemplo el equipo español en la copa del 2010 comenzó perdiendo contra Suiza en el primer juego, pero logró construir su fuerza a partir de ello. De hecho España fue el único país en perder en el juego inaugural y aun así ganar la Copa Mundial, el resultado se debe a que tenían una profunda pasión por lograrlo.
De la misma forma en los negocios, puedes superar obstáculos solo si tienes pasión por lo que haces eso hace a un emprendedor o empresario con visión.
La trayectoria pasada no es necesariamente buena para predecir los futuros resultados. Desde un punto de vista estratégico el pasado es útil para aprender de él y construir el futuro. “siempre cree que puedes hacerlo y volcar una tendencia desfavorable” dijo el entrenador de Chile Bielsa antes de enfrentar a Brasil tomando en cuenta que Brasil había ganado 5 juegos consecutivos contra los chilenos, el equipo necesitó darse cuenta que las experiencias del pasado no son necesariamente buenas recetas para el futuro.
Berronce también se refiere al apoyo social como un factor clave para animar al equipo. La común frase de los hinchas cuando ven a su equipo perder por más de una vez es “jugamos como nunca y perdimos como siempre” así es como va perdiendo la confianza en el equipo, pero cuando perciben que su equipo está trabajando duro y juega mejor cada vez, la gente vuelve a creer en él.
La aceptación social, también llamada legitimación es de gran importancia para las empresas aunque es frecuentemente pasada por alto. La legitimación se refiere al grado con el cual las acciones de las organizaciones son aceptadas por diferentes stakeholders como apropiadas y útiles. Cuando los stakeholders pierden la confianza en la actuación de la empresa, le quitan toda la legitimación (clientes dejan de comprar productos, empleados pierden lealtad, gobierno frena subsidios e impone regulaciones. Pero cuando las empresas cumplen con las expectativas de la gente, tiene mayor aceptación y hay más beneficios para las organizaciones, incluyendo mejor acceso a recursos, mejores habilidades para innovar, mejora la imagen corporativa y la reputación.
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