Si hay alguien capaz de trasladar la espiritualidad a los negocios ese es Lotfi EL-Ghandouri. Marroquí-tunecino de Canadá. Fundador de Creative Society e Impact Hub, el primer centro de innovación social en España. Su último libro “¿Te atreves?” es una invitación a provocar un cambio desde el interior.
Vengo de un viaje de autodescubrimiento. A los 19 años se despertó la curiosidad en la búsqueda de mi propia identidad. A los 23 años tuve la oportunidad de ser rico en una “dot.com” y para ello tenía que despedir a 250 personas. Decidí despedirme a mí mismo. En ese camino tuve una confrontación de mis valores, que culminó cuando creé Creative Society en España, proyecto que había iniciado en Montreal tras pasar por un período de muchas adversidades y que decidimos instaurarlo en Europa. Ahora entiendo que la incertidumbre siempre estará, la diferencia es que trabajo con libertad y pasión para conseguir un impacto en la sociedad. Estoy convencido de que lo que hacemos es sincero y aporta.
Escribí un primer libro que titulé “conversación conmigo mismo”. Lo hice cuando llegué a España. Las cosas no salían como queríamos, me sentía muy solo ya que mis amigos y familia estaban en Canadá. Todos me preguntaban: “¿Por qué no vuelves? Cómo te gusta sufrir”. Yo contestaba: “No sé por qué necesito pasar por esto”. Sabía que estaba cerca de algo y si volvía no lo vería. Me encerré un mes, y escribí desde mis antepasados para entender por qué soy así, con mis cosas buenas y malas. En ese viaje interior pasé del adulto físico al adulto consciente. En aquel libro reflejé mis principios, que son los mismos que he aplicado en Creative Society, Impact Hub y en todos los proyectos que lidero. Mi mantra es: “¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar por tus principios y valores? Yo, muy lejos…hasta en mi negocio”.
Impact Hub es el primer centro de innovación social en España ¿por qué un centro de este tipo?
La idea empezó en Londres y queríamos un espacio que fuera más que un coworking. Sabemos que en España había una necesidad muy importante de cambio de mentalidad.
Parecía que los que creaban un negocio era para ganar dinero cuanto antes y que nadie buscaba generar un impacto en la sociedad. Así fue como nació Impact Hub, para responder a una necesidad real y social. Empezamos 8 co-fundadores y ahora somos 39 inversores. Cambiamos el concepto de espacio donde las personas venían a crear sus proyectos para transformarnos en un ecosistema de organizaciones.
Sí, yo digo siempre que un coworking es una biblioteca para emprendedores donde vas, te sientas y trabajas. Impact Hub lo que hace y busca es conseguir conectar a personas que puedan aportar diferentes visiones a un proyecto, y así aumentar este impacto conectándolas con más gente en nuestra red mundial. No es un espacio en dónde sólo vayas a trabajar, sino que te invitamos a llevar tu proyecto más allá.
Hablamos de liderazgo ético, desarrollo sostenible y emprendimiento social, palabras que a veces pierden sus sentido. Tenemos que volver al origen. Para mí un CEO ético tiene que trabajar desde el dinero paciente y no desde el lucro rápido. Creer en el proyecto 100% y tener un sueldo razonable acorde a los resultados de la empresa. Que ponga en marcha la meritocracia y que se permita la evaluación de los trabajadores a los superiores y de forma inversa.
Lo llamé “¿Te atreves?” porque quién soy yo para decirte ¡atrévete! Es una invitación. Lo he escrito para darnos cuenta de cómo se comportan las personas de nuestro entorno cuando queremos atrevernos. Las he reflejado mediante diferentes tipos de aves.
Primero debemos parar de hablar de la zona de confort, y hablar de la zona de descubrimiento. Estoy harto de que la gente me diga: “Sal de tu zona de confort”, a lo que yo respondo: “¿Para ir a dónde?”. El primer paso es cambiar nuestro lenguaje y decir te invito a entrar en tu zona de descubrimiento. Tienes tres espacios con tres fronteras: tu zona de confort, de descubrimiento y tu zona de pánico. Desafortunadamente, muchas personas sitúan la zona de confort, descubrimiento y pánico en la misma frontera, y confundimos atrevimiento con temeridad. Para ser atrevido necesitamos cuatro elementos.
Ahora es cuando saco el cartel y digo ¡compren mi libro!
Los cuatro elementos son:
No sé lo que va a ocurrir, pero si sé que va a ir bien. Antes buscaba el destino, ahora vivo el camino.
Me cuesta hacerlo porque ¿quién soy yo? Lo único que le diría es: “Atrévete a dar un paso diferente hacia lo que te apasiona ¿te atreves?”