El movimiento emprendedor en Bolivia ha tomado bastante impulso en los últimos tres años, principalmente con la proliferación de “startups” (empresas) tecnológicas.
Según Investopedia, una “startup” de base tecnológica se define como una empresa que se encuentra en la primera fase de sus operaciones. En Bolivia hemos podido ya ver “startups” que han sido adquiridas por multinacionales, y también “startups” que han recibido inversión de capital extranjero. Son también varios los concursos y plataformas que han surgido para incentivar y apoyar a las “startups”. Dado ese crecimiento, era imperativo realizar un estudio o censo de las “startups” en Bolivia, razón por la cual Fundapro, la Fundación Solydes y la Fundación Emprender Futuro desarrollaron la más reciente línea base del Ecosistema Digital en Bolivia. Dicho estudio mostró interesantes resultados.
Se han identificado sólo 152 “startups” a nivel nacional. El número para algunos puede parecer muy bajo y para otros, muy alto; sin embargo, es nuestra realidad. La Paz cuenta con un 46,05% de las “startups”, seguida de Santa Cruz con 39,47% y Cochabamba con un 11,18%. Hasta ahí los datos son predecibles. Un dato que sorprendió es que la mayor concentración de empresas de software se encuentra no en Cochabamba, sino en La Paz. Cochabamba cuenta con dos de las más grandes empresas de desarrollo de software en el país y es cuna de varias otras empresas del rubro, pero todas ellas llegan a contabilizar sólo un 19,32%; La Paz cuenta con un 41,69%, seguida de Santa Cruz con un 28,55%. Existen 1.141 empresas de software en Bolivia, dato que es sorprendente.
Contamos con un ecosistema que tiene una línea base sólida. Sin embargo, el crecimiento y aceleración de las “startups” son todavía lentos. Las “startups” cuentan con apoyo de otras entidades que articulan el ecosistema, pero les falta aún lo más importante para dar ese gran paso en su crecimiento, financiamiento. En Bolivia los mecanismos de financiamiento a startups son inexistentes, y es nuestra principal debilidad. Ya se encuentra en elaboración el Proyecto de Ley de Startups, que esperemos apoye el crecimiento del ecosistema. Se está también gestando otros mecanismos de financiamiento tanto a nivel privado como público que vendrían a apoyar a las “startups” en ésta su fase clave de crecimiento.
En resumen, contamos con un muy buen punto de partida y debemos trabajar tomando en cuenta nuestras debilidades y fortalezas para continuar apoyando el crecimiento del ecosistema de “startups” en Bolivia.
Emprendedor serial en tecnología