Las empresas y las personas que lideran esas empresas, ya se percataron de la importancia de la innovación para seguir siendo sostenibles, rentables y escalables. Pero malas prácticas, mitos y el exceso de “humo” que se vende en el ecosistema de innovación de América Latina terminan haciendo el proceso lento, confuso y con resultados flojos. Aquí confronto varias “verdades a medias” que he identificado como mitos en los que todavía se cree cuando hablamos de innovación.
Se cree que grandes inversiones en tecnología e Investigación y Desarrollo son la forma de hacer que la innovación funcione. Esto es falso, la verdad es que la innovación es costosa cuando se mira bajo una óptica anticuada de hacer negocios y definir inversiones. Cuando la innovación se hace de forma correcta, se trata de validar rápidamente y al menor costo posible si la idea/proyecto/mvp son viables. Esto permite iterar hasta que la innovación esté lista para escalarse.
Tiende a creerse que las grandes empresas y organizaciones cuentan con más recursos y están mejor preparadas para innovar o desarrollar intraemprendimientos. Lo que he validado desde mi experiencia en Distilled Innovation es que esto es falso. Una startup o un emprendimiento es más versátil y puede conseguir fuentes de financiación que promueven la innovación, los inversionistas dedican recursos a financiar experimentos y en retorno, los equipos de emprendedores cuentan con más tiempo para encontrar el éxito. Además, los incentivos para tomar decisiones rápidas y escalar están alineados al crecimiento, mientras en las grandes empresas estos recursos suelen estar destinados a la operación de los modelos de negocio ya existentes. De ahí que Distilled le apueste a un proceso de innovación abierta y cuente con servicios dedicados a poner equipos de emprendedores en las empresas, para dinamizar la innovación.
Creemos que las historias de éxito suceden de la noche a la mañana, cuando en realidad, lo que leemos o vemos es simplemente la parte del proceso que dio buenos resultados. La verdad es que detrás de todo gran éxito hay esfuerzos incontables, historias de fracasos, intentos fallidos y una curva de aprendizaje sumamente empinada. Los métodos, herramientas y habilidades pueden aprenderse sí se dedica tiempo a experimentar y practicar con proyectos de innovación reales.
Pretendemos que la innovación se haga en los tiempos libres, como una actividad adicional a las tareas propias de nuestro rol o nuestra área. La verdad es que la innovación es una profesión, como el mercadeo o las finanzas. Si esperas resultados extraordinarios dedicando poco tiempo y recursos a la innovación, te esperan varias frustraciones y dolores de cabeza. Innovar necesita tiempo, equipo y talento así que dale el lugar que se merece dentro de la organización.
Evita caer en estos mitos. Sí buscas preparar a tu organización para innovar, Distilled Innovation cuenta con herramientas y servicios que te permitirán fortalecer la cultura de innovación y desarrollar habilidades en tus equipos de trabajo para lograrlo.
Autor: Carlos Jaramillo (@mischiefcol)