El Banco de Crédito (BCP) emitió en las últimas horas en el mercado de valores, bonos subordinados por 140 millones de bolivianos (20 millones de dólares). El financiamiento obtenido le permitirá a la entidad apalancar más cartera o préstamos.
El gerente de la división de Finanzas y Mercado de Capitales del BCP, Christian Hausherr, informó que los valores fueron colocados a una tasa inferior a 5% y un plazo de 7 años.
Se trata de una de las emisiones de bonos subordinados más importantes de los últimos años en el mercado. Al ser subordinados, tienen la posibilidad de absorber pérdidas en caso de una posible insolvencia del banco. Eso hace que la tasa ofrecida sea más alta que un bono, por ejemplo, corporativo”, explicó.
Estos bonos son emitidos por entidades bancarias con el objetivo de aumentar su patrimonio efectivo.
Hausherr explicó que los cupones son a vencimiento y sin amortización de capital en los siete años de plazo.
Se efectuó una serie única que es más eficiente porque permite ofrecer a los inversionistas un mejor mercado secundario.
Siempre tratamos de hacer estructuras de financiamiento que permitan desarrollar el mercado, cosas innovadoras, montos grandes, cortes chicos que permitan que se negocien en el mercado secundario”, destacó.
El financiamiento obtenido ayudará al BCP a mejorar su patrimonio y de esa manera elevar su margen de apalancamiento para canalizar préstamos.
Nos permitirá aumentar el apalancamiento. Por cada 10 millones de bolivianos de bonos subordinados que levanto, puedo colocar entre 150 y 200 millones de bolivianos de cartera; el beneficio del bono está en ese nivel de apalancamiento”, remarcó.
Según Hausherr, este año la expectativa de crecimiento de la cartera de créditos está por debajo de lo que el sistema ha registrado en años anteriores.
Creceremos en un 15% y esto se debe en parte a la desaceleración de la economía y por el proceso de adecuación a la Ley de Servicios Financieros que nos exige que en 2018 el 60% de la cartera esté en el sector productivo y vivienda social”, explicó.
Esa recomposición hace que algunos productos de consumo que crecían en 30 a 35% al año, bajen a 10 y 15%.
El ejecutivo del BCP cree que en los próximos tres años se observará una ralentización del sistema financiero para reacomodar la cartera y cumplir las metas.
Además, Bolivia enfrenta una coyuntura externa diferente a la de otros años. «Si bien Bolivia es una economía aislada desde el punto de vista financiero, desde la perspectiva de la economía real está muy vinculada al exterior y la caída de precios del petróleo y de los commodities nos afecta directamente”, remarcó.
Agregó que la demanda interna es el motor de la economía de Bolivia, pero el sector externo y las exportaciones de gas y soya generan las divisas que permiten el crecimiento de la construcción y otros sectores.
El Banco de Crédito (BCP) de Bolivia tiene una de las calificaciones de riesgo más altas del sistema, lo cual garantiza la solvencia de la entidad.