Ha transcurrido casi una centuria desde el día en que se fundó la Cámara Nacional de Industrias (CNI). Su aporte al desarrollo de Bolivia es innegable y, en el punto exacto de su valoración, hay la necesidad de reconocer que los momentos de mayor pujanza económica en Bolivia en gran parte tienen que ver con la industria nacional.
La historia de la CNI tiene picos muy altos, pero al mismo tiempo conoce de instantes amargos de los cuales ha sabido sobreponerse y en el momento se encuentra con el desafío de llevar al país a una industrialización que le permita ser competitiva en un mundo tecnológicamente desarrollado.