Si 200 parece un número muy amplio, hay que considerar, primero, que fueron 650 mil vinos de todo el mundo que participan de esta selección, y segundo, es la primera vez que un vino boliviano logra esta victoria en un certamen de esta magnitud. Además, era el único representante del país, cuando otros países de América Latina llevaron más propuestas: Argentina 18, Chile 8, Brasil 4 y Uruguay 1.
Este premio es el resultado de un largo camino recorrido tanto por la familia (la propietaria de la empresa), como por todas las personas que pertenecen a Campos de Solana. Desde que se fundó la empresa hemos trabajado para cultivar las mejores cosechas, combinando la tecnología de última generación con la cultura vitivinícola tradicional”, explica Luis Pablo Granier, Gerente General de la firma.
El Tri (Trivarietal Reserva) obtuvo la distinción tras haber sido premiado en 75 concursos internacionales, y haber logrado cuatro medallas, entre las que destacan el Oro en Terravino y la doble medalla de Oro de Vinus.
Este producto estrella está elaborado en base a variedades de uva cabernet sauvignon, malbec y tannat. El cultivo a casi 2.000 metros de altura le confieren un aroma elegante, rico en matices, así como un sabor con cuerpo, de taninos suaves y grata acidez.
Desde el momento de la concepción de nuestro TRI supimos que iba a ser un vino icónico para el país. Cada año seleccionamos las mejores producciones y las destinamos a guarda en barricas francesas y americanas. Después de dormir por más de 18 meses, confirmamos la calidad de los vinos y los embotellamos. Tras seis meses en estiva en botella, lanzamos el TRI al mercado”, añade Granier.
La bodega de la empresa está ubicada en El Portillo a 10 kilómetros de la ciudad de Tarija. Sus viñedos están localizados en el valle de Santa Ana, donde se cuenta con más de 40 hectáreas de uva destinadas a la producción de alta gama.
Gracias a nuestro cercano involucramiento con los procesos productivos podemos controlar la calidad hasta el mínimo detalle», concluye Granier.
«Desde la concepción, supimos que sería un vino icónico de Bolivia»
Campos de Solana tiene una centena de premios. Algunos de los últimos son:
La familia Granier está involucrada en la elaboración de vinos y singanis desde 1925.
En el año 2000 nació el proyecto de crear una bodega destinada a la elaboración de vinos bolivianos de alta gama. No fue un inicio sencillo, pero apostamos con grandes inversiones en tecnología y conocimiento. Los premios y reconocimientos que cosechamos hoy son gracias a esas apuestas por el país y años de intenso trabajo, dedicación y pasión», explica el gerente Luis Granier.
En el país, Campos de Solana llega a los nueve departamentos, con mayor presencia en Santa Cruz. También se exporta y se busca llegar a Inglaterra «lo que en el mundo del vino significa jugar en las grandes ligas», explica Granier.
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