La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) destacó que Bolivia será una de las economías de mayor crecimiento este año y que está mejor preparada para hace frente al descenso de precios de materias primas, aunque sugiere que sus autoridades apuntalen más la diversificación de la matriz productiva.
La secretaria ejecutiva de la institución multilateral, Alicia Bárcena, en un contacto con Página Siete en Santiago de Chile, destacó las fortalezas del país para enfrentar la difícil coyuntura de la caída de los precios del gas y los minerales.
Bolivia obviamente depende del gas y los minerales, pero también ha hecho una política procíclica potente, tiene un espacio que no había logrado en el pasado, altas reservas internacionales y una situación macroeconómica muy sana, que le da espacio para hacer políticas contracíclicas”, precisó la ejecutiva.
Además, remarcó otro factor que en su criterio es fundamental: apuntalar la inversión pública, que permitió atraer inversión extranjera.
Además, dijo que Bolivia ha registrado avances importantes en infraestructura y eso la fortalece para hacer frente a un ciclo difícil en la economía mundial.
El desafío es la diversificación de la matriz productiva, para producir otras cosas más allá del gas o hidrocarburos. Además, en lo social se logró mucho en inclusión social, antes las ganancias de productividad no llegaban a la gente y ahora sí”, remarcó Bárcena.
La ejecutiva de la CEPAL participó de la última jornada de la conferencia «Desafíos para asegurar el crecimiento y una prosperidad compartida en América Latina”, organizada por el FMI y el Ministerio de Economía de Chile, en Santiago.
Alejandro Werner, el director del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el hemisferio occidental, también subrayó que la economía de Bolivia está en buena situación macroeconómica para hacerle frente al contexto externo actual.
Bolivia ha realizado un trabajo prudente, cuidadoso en las finanzas públicas y en la parte financiera, lo que le da al Gobierno espacio para analizar lo que está ocurriendo y reaccionar en forma apropiada”, sostuvo.
El FMI espera que este buen manejo se mantenga y que se trate de balancear la salud financiera para evitar sobresaltos que afecten la actividad económica.
En ese sentido alertó que dependiendo de los cambios en las variables económicas, no sólo hay que estar en una buena posición, sino que hay que hacer los ajustes necesarios ante una modificación de las circunstancias.
Además, aún hay desafíos en materia de inclusión social, reducción de la desigualdad de ingresos, mejora en educación, que son claves para la mayoría de los países de la región, pese a los avances que ha registrado Bolivia en los últimos años.
Diagnóstico Según la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en las últimas dos décadas los países en América Latina consiguieron bajas tasas de inflación, disciplina fiscal y estabilidad financiera. Estas economías prosperaron gracias a sus sólidos marcos de política económica, el aumento de precios de las materias primas y las favorables condiciones financieras internacionales.
El camino en adelante, sin embargo, en su criterio es difícil porque los precios de las materias primas están disminuyendo y pronto se acabará la era del acceso fácil al financiamiento en dólares.
La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, opinó que la época de bonanza de precios de materias primas y el buen contexto externo no fueron lo suficientemente aprovechados por América Latina para impulsar un cambio estructural.
Señaló que la región aún requiere cambios en productividad, conocimiento para dar el salto que necesita la producción, pese a que en la última década sacó de la pobreza con programas sociales a 61 millones de personas, de las cuales 31 millones estaban en extrema pobreza.
Según la ejecutiva, hasta 2011 el 23% de las exportaciones del mundo provenían de la región, ahora es sólo 0,8%.
Por eso es que se debe evaluar la sostenibilidad de los avances sociales en esta coyuntura económica externa difícil, donde la recuperación de Estados Unidos es favorable para México y Centroamérica, pero en Sudamérica la situación es diferente por la caída constante de precios de minerales e hidrocarburos.
En su análisis la situación de Europa es lo que más preocupa, porque absorbe el 30% de importaciones mundiales y EEUU sólo 12%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) supone que América Latina atravesará por dos transiciones: la baja de los precios de las materias primas y la demanda de mejores servicios de parte de sectores de la clase media.
América Latina experimentó una doble transición: en primer lugar los precios de los productos básicos están bajando y las condiciones para el financiamiento externo se están tornando menos favorables; y en segundo lugar, la creciente clase media está exigiendo mejores servicios de salud pública, educación e infraestructura”, declaró la directora derente del FMI, Christine Lagarde.
La declaración la hizo ayer en Santiago de Chile al término de la conferencia «Desafíos para asegurar el crecimiento y una prosperidad compartida en América Latina”, que fue organizada conjuntamente con el Ministerio de Hacienda y el Gobierno de Chile.
En su discurso, dijo que la región debe superar las limitaciones de la capacidad y desarrollar aún más el capital humano.
Durante la conferencia se analizó cuestiones de importancia para la región, como por ejemplo la reactivación del lento crecimiento, la mejora de la educación y la infraestructura y la promoción de políticas que conduzcan a un crecimiento más equilibrado, inclusivo y sostenible.