“Antes, sin el código QR perdía muchas ventas”. Con esa frase resume Víctor Hugo Ayma el impacto que ha tenido el uso de esa tecnología en su negocio, una tienda de ropa para varones ubicada en la feria Barrio Lindo.
Ayma explicó que al no haber cajeros automáticos en la feria o en sus alrededores, los pagos con QR se han convertido en la mejor alternativa para concretar ventas.
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El comerciante adoptó el sistema en enero de este año, luego de percatarse de su utilidad ante las consultas hechas por clientes potenciales en época navideña sobre la disponibilidad del mismo en su negocio. En la actualidad, entre el 20 y 30% de las ventas que realiza Ayma son pagadas con QR.
El vendedor además destaca dos elementos asociados con la nueva tecnología: mayores oportunidades de venta y seguridad. “Mucha gente que está de paso observa la mercadería, le gusta y se anima a comprarla aún sin tener efectivo, pero pagando con el código. Además, se concretan ventas por montos importantes sin preocuparse de tener que manejar y transportar mucho dinero”, manifestó.
El uso del QR para pagos y cobros es posible gracias a Simple, un sistema promovido por Asoban (Asociación de Bancos Privados de Bolivia) desde 2019, el cual facilita las transacciones electrónicas a través de esa tecnología y está presente en todas las aplicaciones de los bancos asociados a la institución. Si bien cada vez es más común ver tiendas en mercados o ferias de la ciudad que tienen su código QR para recibir pagos, el comercio no es el único sector que se ha visto beneficiado por el uso del sistema, otros negocios también lo aplican. Además, promueve la inclusión financiera.
Un ejemplo de ello es la veterinaria La Creación, ubicada en el Plan Tres Mil. Su propietaria, Alejandra Vargas, indicó que el sistema facilita los pagos de sus clientes cuando no tienen el efectivo suficiente. Esta forma de pago es la preferida por las personas que solicitan atención a sus mascotas en sus domicilios, señaló Vargas, al momento de explicar que la utiliza hace dos meses, ante la insistencia de los clientes.
El éxito de Simple radica en que evita a sus usuarios ‘padecer’ con los traspasos de fondos en línea, ya que elimina la ‘fricción’ entre los involucrados en una transacción electrónica, ya que para hacer una operación no es necesario conocer ni el número de cuenta o carné de identidad de una persona.
Esto último se puede apreciar con el caso de Claudia Peña, quien al tener que organizar una rifa para recaudar fondos para ayudar a su hermano, tuvo que abrirse una cuenta en un banco. “Mucha gente me pedía QR para pagar la rifa y como no tenía ni cuenta, me abrí una, comencé a utilizar la aplicación y pude generar el código”, relató.
Peña indicó que gracias al sistema llevaron un mejor control de los ingresos y que amigos de su hermano y familiares que viven en otras ciudades del país también pudieron hacer llegar su colaboración.
Sobre el impacto de Simple en la inclusión financiera, Nelson Villalobos, secretario ejecutivo de Asoban, indicó que la gente quiere utilizar el servicio y por ello, abren su cuenta bancaria. Con respecto a su adopción como sistema de pago dijo: “Vemos que la cifra de transacciones que se realizan a través de este medio es creciente”.
Aunque no se tienen datos específicos sobre las transacciones realizadas con QR, de acuerdo con el Reporte Estadístico Mensual de Operaciones del Sistema de Pagos Nacional del Banco Central de Bolivia (BCB), las órdenes electrónicas de transferencia de fondos y operaciones realizadas con tarjetas electrónicas y billetera móvil registran crecimientos importantes en seis meses de 2022, tanto en valor como en volumen.
Entre enero y julio de la presente gestión, las órdenes electrónicas de transferencia de fondos aumentaron en valor un 26% y en volumen un 47%, comparadas con igual periodo de 2021. En el caso de las operaciones con tarjetas electrónicas, esos porcentajes fueron del 20% y 34%, respectivamente. Los porcentajes de crecimiento registrados en las operaciones con billetera móvil fueron del 38% (valor) y 17% (volumen).
“El Código de Respuesta Rápida, más conocido como QR, ha tenido mayor protagonismo a partir de 2021. Más del 35% de los clientes del Banco Ganadero que tiene la app habilitada han mantenido el QR como una herramienta importante de pago y de cobro”, dijo Carola Aguilera, subgerenta de Marketing de la entidad financiera.
De los más de 580.000 clientes que tiene el Banco Ganadero, más del 61% utiliza la aplicación GanaMóvil para gestionar sus finanzas, indicó Aguilera.
En el Banco de Crédito BCP, el porcentaje de clientes que utiliza el código QR es mayor. “Al cierre de agosto de este año, las transferencias representan ya casi un 40%, tanto por QR a otros bancos como a cuentas del BCP, y la tendencia indica que seguirá aumentando, ya que su crecimiento con respecto a 2020 ha sido de 57 veces”, señalaron desde la institución.
Del total de clientes del Banco de Crédito BCP que tienen un usuario y contraseña de su Banca Móvil y Banca por Internet, el 77% realizó alguna operación monetaria. El 96% de las transacciones monetarias se hace por canales digitales y electrónicos y solo un 4% por ventanillas.
En el caso del Banco Económico, de acuerdo con su gerente general Sergio Asbun, el 75% de las transacciones que sus clientes realizan a través de su app son mediante código QR.
De la totalidad de clientes de la entidad, el 66,10% está empadronado a la Banca por Internet y el 56,89% está empadronado a la Banca Móvil (de ese total, el 37% realiza al menos una operación al mes).“Un dato interesante es que de todas las transacciones que se realizan en el banco, el 96% son digitales”, dijo Asbun.
A decir de Christian Aramayo, director del Centro de Desarrollo Humano y Empleabilidad (Cedhe), la pandemia no trajo un nuevo mundo, sino que adelantó macrotendencias, como la aceleración de la innovación (y confianza) tecnológica. Esta digitalización de las transacciones, según el experto, permite apurar el proceso de transmisión de información de mercado, lo que genera mayor movimiento económico.
Lo curioso de este fenómeno, señala Aramayo, es que no ha sido algo exclusivo de agentes económicos de ingresos altos, debido a que los códigos QR y otros mecanismos de pago se usan en barrios con familias en situación de vulnerabilidad. “Todo proceso de aceleración del desarrollo implica importantes desafíos en seguridad, formalidad y confianza.
Lamentablemente, aún persisten procedimientos caros para llegar a ser formal en el país y ello va en detrimento de los más desfavorecidos y limita a quienes pueden prosperar”, explicó.
Para Aramayo, es vital que haya mayor información sobre los nuevos procesos digitales y la enorme ventana de oportunidades que se abre con la digitalización de pagos, no solo para hacer transacciones, sino para generar recursos. Y es que, esto ayudará particularmente a jóvenes y a las familias de ingresos medios y bajos a progresar más rápido.