Hasta marzo de 2018, el número de tarjetas de crédito en Bolivia llegó a 155.173, es decir, 4.890 más que la gestión 2017. Expertos del área nos dan algunas recomendaciones para un mejor uso:
Según Pablo Romero, gerente nacional comercial del banco Económico, una tarjeta de crédito es una línea de crédito. El usuario de una tarjeta de crédito consume un determinado monto —que es acordado con el banco al momento de adquirir la tarjeta— y si paga esta suma en un plazo no superior a 45 días, la entidad financiera no le cobrará intereses.
Cada banco ofrece una serie de promociones para el propietario de la tarjeta. Las más comunes están relacionadas a la posibilidad de comprar productos o servicios con importantes descuentos en determinados negocios con los que el banco mantenga un acuerdo. Romero mencionó que las personas que poseen tarjetas de crédito del banco Económico pueden ahorrar hasta 200 bolivianos mensuales en compras realizadas en supermercados Hipermaxi.
Uno de los programas más ejecutados por los bancos es la acumulación de puntos a partir de las compras realizadas con la tarjeta de crédito. Es decir que mientras más compras realice el cliente con su tarjeta de crédito, acumulará más puntos, lo cual le dará la posibilidad de ganar productos y hasta viajes al exterior.
Según el ejecutivo de mencionada entidad financiera, la actividad económica informal no es un impedimento para el uso de tarjetas de crédito, ya que ésta conlleva muchos beneficios, como la posibilidad de comprar a crédito, pagar en cuotas y, con el paso del tiempo, acceder a mayores montos.
Uno de los errores más frecuentes que cometen algunos usuarios de tarjetas de crédito es pagar el monto mínimo que surge de la división del monto que debe el cliente por los años de financiamiento, que normalmente son entre tres y cinco. En estos casos, la deuda suele incrementarse con la adición de intereses.
Según el subgerente nacional de marketing del banco Económico, Julio Camacho, el usuario de una tarjeta de crédito debe programar el uso de esta herramienta para evitar un permanente financiamiento que le puede ocasionar el descontrol en sus finanzas. Para ello, Camacho también considera importante que el cliente no se limite a pagar el monto mínimo.
Aunque muchas personas acostumbran utilizar más de una tarjeta de crédito de diferente entidad financiera, Camacho considera que el hecho de portar una tarjeta implica un endeudamiento que debe ser manejado de modo responsable. Y es que en caso de portar dos o tres tarjetas, el cliente debe asumir los costos de mantenimiento de cada tarjeta, así como los costos por extractos y por seguro.
“No es que si no la utilizo, no pago nada”, dice Camacho, a tiempo de explicar que si el propietario de la tarjeta ha dejado de utilizarla y no la ha dado de baja, seguirá pagando mensualmente determinadas sumas por concepto de costos de mantenimiento, emisión de extractos y seguros.
La finalidad de una tarjeta de crédito es realizar compras, sin embargo, existe la posibilidad de retirar dinero en efectivo de un cajero automático o de ventanilla de la entidad bancaria, pero esto implica el pago de una comisión que oscila entre el 3 y 5 por ciento del monto retirado (dependiendo del banco).