Corría octubre de 1988, cuando Felipe Vera Loza y su familia comenzaron en La Paz un pequeño negocio vendiendo bolos. Veintiocho años después, su empresa, Delizia, es líder en el mercado de helado de Bolivia y bebidas con contenido de fruta, y segunda en la industria de los lácteos.
También ofrece agua de mesa y néctar y cuenta con una de las flotas de venta con mayor llegada del país. Por si fuera poco, la empresa tiene instaladas dos plantas de producción en las ciudades de La Paz y Santa Cruz, y distribuye sus productos en todo el territorio nacional mediante distribuidores propios y terceros. Según Vera Loza, las ventas de la empresa representan actualmente, entre el 50 y el 60 por ciento del mercado de helado de Bolivia, un porcentaje que se mantiene aproximadamente desde 2013.
¿Cuál el secreto de este crecimiento meteórico? Según el gerente de Márketing de Delizia, Guido Villagómez, fue la mentalidad visionaria del fundador de la empresa y su espíritu innovador lo que la llevó muy lejos, una combinación de los precios bajos y la calidad.
De hecho, la primera innovación fueron los mismos bolos: un concepto simple pero innovador de un helado de agua sin el clásico palito. Se vendían en una bolsa tubular que permitía ir comiéndolos o chupándolos a medida que se derretían con el calor de las manos, explica la empresa en su portal digital.
Este concepto junto a un precio accesible para la población motivó la demanda. Otra estrategia fue colocar sus heladerías (pocas en ese entonces) en lugares de alto tráfico. Poco a poco, la empresa se fue fortaleciendo con tecnología europea para llevar a la empresa a niveles más industriales, y entre 2013 y 2015 hizo fuertes inversiones en maquinaria, cámaras de frío, camiones y congeladoras. Además, la metodología de elaboración está avalada por certificaciones de nivel internacional.
La idea nuestra es no es sólo dar un producto de accesibilidad en el mercado, sino también darle un valor agregado”, explica el Gerente de Márketing al explicar por ejemplo, otra de las creaciones surgidas en la historia de la empresa: el Pelao, un helado en forma de banano con cáscara de gelatina, que se puede pelar para disfrutar el interior, que es helado de crema.
Con el tiempo, Delizia amplió sus productos, por lo que ahora cuenta con tres líneas: la de helados, que es la que tiene mayor historia y es prácticamente la imagen de la empresa; la de lácteos y la de bebidas. Para estas dos últimas, la empresa tuvo que establecer convenios con productores de leche del altiplano, mientras que para las bebidas se buscaron frutos del trópico de comunidades del norte de La Paz, como Palos Blancos.
La empresa considera que su fortaleza es la innovación y valor añadido»
Delizia tiene actualmente tres líneas de productos: helados, lácteos y bebidas, esta última la de más reciente creación.
Un capítulo aparte son los jugos de naranja. Delizia obtuvo la franquicia de la internacional Tampico en 2002 en un contrato válido hasta 2022.
Sin embargo, en septiembre pasado, el director de Delizia, Felipe Vera Loza, informaba de la rescisión de ese contrato de común acuerdo.
En su lugar, Delizia presentó su propio jugo Ice Fruit elaborado con fruta natural (8,5 bolivianos la botella de dos litros). Para ello, la empresa asegura que comprará 8 millones de naranjas a 300 familias del municipio de Palos Blancos (provincia Sud Yungas de La Paz), además de 3,5 millones de litros de jugo y pulpa de fruta a la estatal Lacteosbol.
Cuando estaba a cargo de Tampico, Delizia compraba 4 millones al principio y 7 millones al final. Ahora, para su nuevo producto anuncia 8 millones, aunque, inicialmente, por problemas de producción y clima, se comprará 6,5 millones, según explicaron los administrativos de la empresa en conferencia de prensa.