La quinua, el “grano madre” sagrado de la antigua civilización inca, podría convertirse en una fuente cada vez más importante de alimento en el futuro, gracias a los secretos genéticos revelados en un nuevo estudio.
Un grupo de investigadores logró descifrar la casi totalidad del genoma de la quinua, una planta cultivada hace 7 milenios por los amerindios que vivieron en los actuales Bolivia y Perú y que es vista como una esperanza para alimentar a la humanidad, anunció un estudio en la revista Nature.
Muy popular debido por su valor nutricional y ser libre de gluten, el grano se ha vuelto muy popular en los mercados internacionales hasta el punto de ser alimento imprescindible para todos los amantes de la comida saludable.
La quinua puede constituirse en una fuente de alimento rica en nutrientes» en las regiones áridas explica el jefe del equipo de investigación, Mark Tester, de la King Abdullah University of Science and Technology de Arabia Saudita.
Pero tiene un defecto: produce una sustancia amarga, la saponina, por lo cual es indispensable lavarla en profundidad antes de consumirla.
Los investigadores han detectado uno de los genes que parece regular la producción de saponina. «Esto podría facilitar la selección de plantas sin saponina para dar a los granos un mejor sabor» afirma Tester.
La quinua «es increíblemente resistente (…) puede crecer en suelos pobres, salinos y a grandes altitudes» explica Tester.
Considerada muchas veces como un cereal, pertenece a la familia de las espinacas y la remolacha, es rica en hierro, omega-3 y proteínas. Es además el único alimento vegetal que dispone de todos los aminoácidos esenciales.
La quinua sigue siendo un cultivo menor a nivel mundial y se produce en su mayoría en Perú y Bolivia. En los últimos años se ha convertido en un producto de moda en Occidente, promocionado sobre todo como un alimento saludable.