El Alto y Sucre parecen las dos caras de una moneda que gira en torno a la creación de software libre en Bolivia. En ambas hay, de forma distinta, los medios y condiciones para realizar investigaciones, experimentos y creación de ese tipo de programas.
En la urbe alteña germina un movimiento gracias a activistas y distintos emprendimientos particulares -y hasta personales- para impulsar la creación de este tipo de programas.
Sucre, en cambio, existen las condiciones gracias al apoyo estatal. Lo cierto es que en ambas ciudades emerge un claro nicho para la producción de programas de código libre.
El tema cobra vigencia debido a la creación de la empresa boliviana estatal de software libre, que se ubica en Sucre, un gran empuje al sector, según los analistas. Así, con la creación de esta empresa Sucre se suma a la ciudad de El Alto como «laboratorio” del software libre. Y si bien existen comunidades especializadas en todos los departamentos, estas ciudades se destacan en este ámbito por distintos motivos.
Según la senadora Nélida Sifuentes, impulsora de la iniciativa en Sucre, el objetivo es lograr una «migración” en instancias estatales del software privativo al software libre. El plazo que se estableció para ello -explica- es de siete años.
La idea es poder utilizar todos los programas, como Linux. Entonces, el Estado tiene que producir sus propios programas acorde a las necesidades de los departamentos y del país. Hay gente intelectual y capaz que produce y producirá más software libre”, comenta Sifuentes.
Esta empresa será gerenciada, en primera instancia, por la Universidad Andina Simón Bolívar que invirtió 20.000 dólares en el tendido de fibra óptica desde la ciudad hasta el campus donde operará. De igual manera cuenta con el apoyo de la Fundación Fautapo, que aportará cinco profesionales desarrolladores para impulsar el proyecto emprendedor.
En la actualidad, en la ciudad de El Alto se desarrolla el proyecto Yatiña Iyambae (Saber Sin Dueño) en el colegio Luis Espinal. Esta iniciativa, que surgió de la Comunidad Software Libre Bolivia, pretende llegar a 10 unidades educativas del país.
Con este emprendimiento boliviano, se pretende que los jóvenes en último año de estudio puedan desarrollar, entre otros ítems, software libre en las computadoras portátiles Quipus que entrega el Gobierno.
El objetivo final de esta campaña es dar a conocer a la población que existen alternativas tecnológicas que pueden implementarse en el país, según explica una de las organizadoras, Tania Vega.
El software libre es parte de esta campaña sobre el conocimiento libre. El conocimiento les pertenece a todos, nadie puede apropiarse de las cosas, ésa es la filosofía del software libre”, destaca Vega.
Sumado a ello, en esa ciudad están los activistas que «predican” a través de las redes y en reuniones. Uno de ellos es Mario Durán, quien asegura que la motivación que guía a estos impulsores es » ‘transitar de la economía extractivista a la economía basada en el ‘conocimiento’”.
En el «terreno” del software libre también está inmersa la Agencia para el Desarrollo de la Sociedad de la Información en Bolivia (ADSIB), que creó un repositorio digital para que todas las entidades estatales puedan registrar el software libre que desarrollen o adapten en sus oficinas.
El director ejecutivo de la ADSIB, Nicolás Laguna, explica que en el país no se tiene un censo de desarrollo ni de desarrolladores de software libre y que éste es un primer paso hacia aquello. «Cuando tome el cuerpo suficiente será publicado y la sociedad en general podrá utilizar los software sin tener que pagar una licencia”, comenta.
Según el investigador en tecnologías de la información Juan Carlos Uribe, los gobiernos, en el continente, son quienes más aprovechan el software libre. «Los usuarios aún no le prestan mucha importancia al tema y es lo que las comunidades están tratando de hacer: mostrar las ventajas”, explica Uribe.
En 1983 el estadounidense Richard Stallman inició el movimiento Software Libre. A diferencia del software «privativo” (por ejemplo Microsoft), los desarrolladores de software libre dejan abierto el código para que los usuarios puedan modificarlo según sus necesidades y compartirlo nuevamente a través de internet.
La Comunidad Software Libre Bolivia tiene 12 años de vida. Organiza reuniones entre activistas y desarrolladores de todo el país a lo largo del año.
La motivación es «transitar” de la economía extractivista a la economía basada en el «conocimiento”. Para esto se necesita:
Las comunidades de software libre no son organizaciones verticales sino, más bien, horizontales; cada comunidad es autónoma en sus actividades. Estas comunidades realizan diferentes actividades de promoción para el uso y adopción de software libre.
Lo más interesante es que son comunidades de voluntarios que creen en la filosofía del software libre. Se pretende que todas las comunidades que promueven el uso de software libre se reúnan.
Donde hay «movida” de desarrollo tecnológico, hay movida de software libre, pero en el país todavía no hay un proyecto grande de software libre. Creo que va a haber dos movidas. Por un lado, estará la movida del Estado que, se supone, se dirigirá de manera fuerte hacia el software libre.
En la empresa privada no hay algo tan fuerte como desarrollar software libre si es que no viene de fuera. Porque varias empresas grandes, como Microsoft o Amazon, también están desarrollando el software libre porque hay cosas que son imposibles de reproducir de este modelo.
Una cantidad enorme de gente que está revisando todo el tiempo los software que se han lanzado es posible sólo con una comunidad de voluntarios, porque si quieres pagar a todos resulta muy caro. En términos de negocio, Bolivia tiene que encontrar la forma de insertarse.
La pregunta es: ¿es a través del software libre o privativo? La respuesta del sector privado es ambas, pero en el Estado se espera que sea software libre.