Alrededor de 438 toneladas anuales de maní se envían desde Cochabamba y Chuquisaca a España, Alemania y Holanda. La información fue dada a conocer ayer, en la primera de las dos jornadas del I Congreso Nacional y Foro del Maní Boliviano, organizado por la Fundación Valles.
En el caso de Cochabamba, Mizque es la principal zona productora y exporta 54 toneladas anuales de maní orgánico a Alemania, informó el gerente de la Asociación de Productores de Maní de Mizque (Apromam), Mario Arrázola.
Explicó que los volúmenes no son muy grandes porque el maní orgánico “es muy difícil de trabajar”, es por eso que cinco asociaciones juntan esfuerzos para cumplir con el cupo fijado.
Hizo notar que el maní boliviano logró un precio de 2.720 dólares por tonelada exportada, cantidad elevada comparada con los 1.300 dólares por tonelada que logra Argentina, el líder sudamericano en producción de maní.
El objetivo de Apromam es exportar con valor agregado. Actualmente ya entrega derivados del maní para el desayuno escolar de Sacaba.
En el caso de Chuquisaca, la principal zona productora es Padilla y la exportación está a cargo de la Asociación de Productores de Ají y Maní de Padilla (Apajimpa), que con el trabajo de 266 socios envía 4 toneladas anuales a España y 380 toneladas anuales a Holanda, informó su presidente, Alcides Ovando.
Ovando explicó que su asociación aún no trabaja con maní orgánico, pero ese es su objetivo y el mercado meta es Alemania.
El maní es el producto que más movimiento económico genera en Chuquisaca”, señaló Ovando; pero los productores están sujetos al vaivén de los precios que son inestables. “Esa es nuestra limitante para exportar”, añadió.
Pero Padilla no sólo produce maní, sino que también es el principal proveedor de semilla certificada para los productores del resto del país. El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), otorga la certificación.
En el ámbito mundial, Bolivia es el segundo país que más maní produce (el primero es China) no obstante, gran parte de esa producción es exportada en bruto a países como Holanda o Alemania, explicó el responsable comercial de la Asociación de Productores de Ají y Maní de Padilla (Apajimpa), Alcides Ovando.
Luego, ese maní boliviano retorna al país convertido, por ejemplo, en mantequilla de maní, objetó Ovando, a tiempo de solicitar al Gobierno y a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que los guíen en el proceso de industrialización.
Actualmente, el único valor agregado que los productores bolivianos dan al maní de exportación es el pelado, clasificado y calibrado.
Ovando indicó que el maní boliviano tiene el más alto nivel de calidad y variedad del mundo, considerando que 18 granos de maní boliviano hacen una onza, mientras que el maní chino pesa más de 32 granos por onza. «Los maníes chinos son más menudos y de mala calidad», observó Ovando.
El director de la Fundación Valles, Edgar Guardia, explicó que el maní, junto al ají, tienen un fuerte impacto económico, pues hay municipios cuya economía gira en torno a su producción. A nivel nacional hay 17.300 productores bolivianos en siete departamentos.
Sin embargo, dijo, el apoyo es escaso por lo que el objetivo del evento emprendedor es reunir a los productores bolivianos para que compartan experiencias, conozcan innovaciones tecnológicas y se generen alianzas estratégicas.
Dos expertos argentinos están a cargo de las disertaciones.
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