Emprendedores de la zona Sur se declaran en emergencia, piden una reunión con autoridades nacionales y municipales para tomar medidas que ayuden al sector a superar la crisis y así evitar el cierre de empresas y despidos masivos. La suspensión de obligaciones como el pago de impuestos y AFP’s, además de la negociación en el pago de alquileres son algunos de sus pedidos.
“Estamos en emergencia. Somos un grupo de personas emprendedoras -sin asociación formal-, propietarios y socios de diversas actividades comerciales legalmente establecidos en la Zona Sur. Tenemos obligaciones con nuestros empleados, nuestros proveedores y también con nuestros dueños de casa”, indicó el emprendedor David Dickler.
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El movimiento comprende a distintos rubros, desde la venta de artículos al por mayor y al menor hasta cafeterías, restaurantes, centros deportivos, servicios de hotelería, servicios de cosmetología, belleza, organización de eventos, imprentas, operadoras de turismo y otros servicios en general. Por el paro de actividades, el sector no generará ingresos al menos por 25 días, sin contar que el periodo de cuarentena sea extendido.
“Es una situación muy precaria que estamos arrastrando desde los conflictos de noviembre. Hay muchos negocios que aún no nos hemos podido recuperar del impacto que sufrimos el año pasado. Recién estábamos empezando a retomar el ritmo y ahora surgió esta emergencia. Entendemos que es una situación extrema en todo el país, pero pedimos que se nos tome en cuenta porque somos negocios legalmente establecidos que movemos la economía y generamos empleos”, dijo Dickler.
Resaltó que de estos negocios pequeños y medianos dependen no solo sus empleados sino familias enteras. Indicó que ellos asumen responsabilidades económicas con los proveedores, los bancos, impuestos, alquileres, patentes, AFP, Caja, licencias sanitarias, servicios básicos e inclusive por derechos de autor de la música ambiente.
Mediante una carta a la opinión pública firmada por alrededor de 60 representantes de negocios, los emprendedores llamaron al diálogo y al trabajando conjunto para encontrar salidas viables que eviten el cierre de muchas empresas y el despido masivo de trabajadores. “Entendemos la importancia de hacer un esfuerzo para seguir operativos, a pesar de las adversidades y reafirmamos nuestro compromiso de continuar dando empleo seguro y digno a nuestros trabajadores”, indica el documento.
“La mayoría de nosotros somos pequeñas y micro empresas. Hemos visto las solicitudes de otras instituciones y coincidimos en algunos puntos. Lo primero es la suspensión de las obligaciones formales por unos meses”, manifestó Dickler.
Añadió que muchos de los negocios pagan alquiler y que el incumplimiento colocaría en una situación precaria a los propietarios de los inmuebles. Por este motivo –para el sector- es importante que esta obligación pueda ser negociada con alguna normativa gubernamental.
“Entendemos que las medidas son necesarias para evitar la propagación de la enfermedad pero al mismo tiempo nos declaramos en alerta por la situación económica y laboral que va a tener un impacto en nuestros negocios”, señala la carta.
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