La tecnología, la innovación y la ciencia también son asuntos de las mujeres. Su participación en estos campos es minoritaria en la mayoría de los países del mundo. Este panorama no ha impedido que estudiantes y profesionales bolivianas marquen una diferencia en áreas que en el pasado han estado reservadas para el género masculino.
En el Día Internacional de la Mujer estas estudiantes y profesionales renuevan la apuesta para enfrentar el siglo XXI desde estos espacios. En tanto, tienen algo en común, no se conforman con un “no” como respuesta.
Ser mujer emprendedora en el campo de la enseñanza tecnológica en Bolivia implica enfrentar mayores desafíos que los hombres porque representamos una minoría”, destaca Daniella García, fundadora de Elemental, un centro de educación tecnológica para niños, adolescentes y jóvenes, que le ha valido el reconocimiento internacional.
La profesional de 34 años sostiene que aún no hay muchos cambios para fomentar la equidad para hombres y mujeres. “Es una gran desventaja no solamente en cuanto a los emprendimientos, sino en general”, añade.
García es parte de la decena de mujeres que compartirán sus experiencias como panelistas en el evento Nosotras: tecnología, ciencia y poder, que se realizará esta noche.
Durante su participación expondrán sus proyectos y profundizarán sobre el rol de la mujer en el avance de la tecnología y la ciencia en el país. El encuentro ha sido organizado por la Embajada de Estados Unidos en Bolivia.
Una de las participantes más jóvenes es la estudiante de Ingeniería de Sistemas, Fabiola Acarapi, que creó la aplicación para móviles Aprende Aymara a los 18 años y que lleva más de 12.000 descargas.
Acarapi, que es exalumna de Clubes de Ciencia Bolivia, asegura que las mujeres al momento de estudiar profesiones calificadas como “poco convencionales para ellas” se dan cuenta rápidamente que deben luchar para ser tomadas en serio.
Cuando tenía 16 años e ingresé a estudiar Ingeniería de Sistemas, lo hice pensando en lanzarme a lo que quería hacer con mi vida, no me detuve a pensar si era exclusiva para hombres. Se trata de lanzarse”, recuerda Acarapi.
También estará Alina Santander, aspirante a astronauta y destacada piloto de autos lunares en equipos internacionales en la competencia Human Exploration Rover Challenge, organizada por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
Abrirme paso en el mundo de la tecnología y la innovación ha sido difícil. Ha demandado sacrificio y esfuerzo; pero ver que no soy la única, que hay otras como yo, me da la seguridad de que cada vez seremos más luchando por hacer algo positivo por la sociedad. Si no nos frenamos podemos lograrlo”, dice determinada.
Para Santander, de 18 años, uno de los principales obstáculos que se enfrenta al incursionar el área de la innovación es conseguir apoyo institucional y empresarial. A pesar de ello, lo logró y tuvo la oportunidad para salir del país y aprender.
Primero participó de un campamento en Alemania y después en Estados Unidos, eventos y talleres en los que aprendió a diseñar, crear y materializar piezas para autos lunares. Conoció a otros que como ella, tienen la mirada puesta en el espacio.
Necesariamente tenemos que salir de Bolivia en busca de oportunidades, contactos, conocimiento y avances tecnológicos. A mí me gustaría que fuera al revés, que científicos lleguen a ganar experiencia y hacer sus experimentos en Bolivia”, manifiesta.
La Ministra Consejera de la Embajada de Estados Unidos, Marianne Scott, detalla que una forma de comenzar a cerrar la brecha de género y lograr inspirar a las mujeres a convertirse en líderes pioneras es a través de eventos como Nosotras: tecnología, ciencia y poder, en el cual se destaca a jóvenes mujeres bolivianas en los campos de la ciencia y la tecnología, para demostrar que su participación es vital.
Scott asegura que la motivación por la innovación, descubrir métodos y crear tecnologías que permitan mantener y dinamizar la vida diaria de las personas se está convirtiendo en un recurso que es capaz de transformar las economías mundiales. Según enfatiza, es por ello que el Gobierno al que representa se enfoca en la creación de becas y oportunidades referidas al campo de la ciencia.
La economía del siglo XXI es la economía del conocimiento. En un momento en que la tecnología continúa transformando rápidamente la forma en que vivimos, podemos y debemos trabajar para empoderar a más mujeres jóvenes para que asuman un papel activo en esa transformación”, apunta.
Entre 30 y 40 países se han unido a la convocatoria del Paro Internacional de Mujeres en conmemoración al 8 de Marzo, respondiendo a diversas reivindicaciones que contemplan la lucha en contra de toda forma de violencia de género, que en muchos casos termina con la muerte.
La convocatoria enfatiza problemáticas como la brecha salarial, condiciones laborales desiguales y el denominado “techo de cristal”, que dificulta el acceso a los puestos de poder. Una de las frases de este reclamo es “nosotras paramos, para el mundo”.
El universo de la tecnología, innovación o emprendedurismo no está exento de estas luchas.
Diferentes pero siendo parte del mismo frente, las entrevistadas bolivianas tienen en común haber enfrentado el machismo en diferentes espacios, sean académicos, por parte de docentes o compañeros, y profesionales.
Poner en duda sus capacidades y conocimientos como estudiantes o en el ámbito laboral en comparación al de los hombres, fue sólo una de las barreras que las puso cara a cara con el machismo.
Las sociedades latinoamericanas conservan patrones de machismo. Ya sea trabajando desde el empoderamiento de las mujeres u otros esfuerzos, se está gestando un cambio para disminuir la brecha que aún existe cuando se toma en cuenta nuestro género por encima de nuestras capacidades”, indica Santander.
Para García la clave para marcar un antes y un después en cuanto a la equidad de género es la educación. Se trata de educar a las nuevas generaciones para que construyan sociedades en donde prime la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres; ello conllevaría a la desaparición de contextos vulnerables para las mujeres, como la pobreza.
Santander como García han tenido la oportunidad de participar en eventos, campamentos y competencias en el exterior en donde han destacado con su participación por mérito propio.
En 2016, García fue seleccionada para participar en la primera versión del programa Iniciativa Jóvenes Líderes de las Américas en Estados Unidos.
El mismo año, la revista MIT Technology Review en español la incluyó entre los profesionales innovadores menores de 35 años en Latinoamérica, junto a otras 15 personas.
Por su parte, Santander ha sido la mejor piloto de autos lunares en dos competencias del Human Exploration Rover Challenge de la NASA en equipos internacionales. Hoy construye uno de los dos primeros autos lunares junto al primer equipo boliviano que espera participar de la competencia este año.
Por su parte, Acarapi está aprendiendo tres idiomas y busca postgrados en el exterior. Cree que las oportunidades en su profesión aún están fuera del país, pero cree que, “es importante que las mujeres no le teman al fracaso o la opinión de otras personas”, concluye.
Estas mujeres bolivianas han decidido que su convicción y el acceso al conocimiento es la brújula que necesitan para lograr sus objetivos en sus estudios y/o profesiones. Esa es la premisa que se impone cuando se enfrentan a la falta de equidad.