Oruro conmemora hoy la gesta libertaria de 1781 liderada por Sebastián Pagador en la antigua Villa Real de San Felipe de Austria contra la corona española. Hoy, 239 años después, el departamento apuesta su desarrollo al comercio, la quinua y el turismo cimentado en el Carnaval y la fe a la Virgen del Socavón.
La proximidad de Oruro con el Pacífico, vía Iquique, convierte a la región en un punto estratégico para el comercio formal e informal. Asimismo, la quinua y la agroindustria son alternativas a la minería, que aún mantiene el liderazgo en las exportaciones.
La economía orureña se ve dinamizada por siete ferias a la semana que generan importantes movimientos económicos.
La llamada Súper Feria se realiza los miércoles y domingos con ofertas de mayoristas de ropa, electrodomésticos y línea blanca. Los jueves y sábados se instala la “autoventa” -un enorme comercio de autos nuevos y usados importados vía zona franca- en el barrio norte de la capital.
Los lunes, martes y viernes es la famosa feria del mercado Kantuta. Cientos de comerciantes de ropa y artefactos usados ofrecen sus artículos por cantidad o fardos. Decenas de comerciantes llegan del interior para adquirir la mercadería y llevarla a otras ferias, como la 16 de Julio de El Alto.
Se trata del comercio informal que mueve millonarias sumas, pues la importación de ropa usada está prohibida en Bolivia, pero continúa ingresando por vías ilegales y ante la tolerancia de las autoridades. El IBCE estimó que la comercialización de la prendería usada en Bolivia genera una pérdida de hasta 40 millones de dólares al año para los emprendimientos textileros bolivianos. En este negocio no se extienden facturas y no se conoce si pagan tributos a la Alcaldía orureña.
Pero no todo es contrabando. La Cámara de Comercio de Oruro registra a más de 130 empresas de comercio y servicios que generan gran movimiento económico.
Además, el Estado tiene una importante presencia con la Empresa Metalúrgica Vinto, una de las más grandes plantas de fundición de estaño y que recibe toda la producción de la Empresa Minera Huanuni y de la Empresa Minera Colquiri.
Y aunque, según las estadísticas, la minería aún mantiene liderazgo en las actividades económicas de Oruro con yacimientos mineros y comercializadoras de minerales y concentrados; tiene competencia creciente de quinua.
Con una producción anual estimada de 25.000 toneladas, el grano andino se exporta a Francia, Estados Unidos, Alemania, Holanda, Dinamarca, Suecia, Italia, Bélgica, Inglaterra, Israel, Australia, Malasia, Nueva Zelanda y Japón. Además, iniciativas privadas, asociativas y públicas en el rubro hacen de Oruro un potencial en el procesamiento del cereal.
Los productores de camélidos también han puesto sus esperanzas en ese acuerdo para sacar al exterior la carne de llama y sus derivados como el charque. Oruro es el departamento que encabeza la producción de camélidos con 1.187.641 cabezas de ganado, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los productores tienen la mirada puesta en la expansión de mercados y la concienciación para el consumo de derivados de la carne de llama por sus altos beneficios.
En promedio, el Carnaval de Oruro convoca cada año a más de 400 mil visitantes y genera un movimiento económico de al menos 125 millones de bolivianos, según datos oficiales.
La entrada del sábado de Carnaval -que este año será el 22 de febrero- es un espectáculo de fe y folklore que convoca a miles de bailarines de toda Bolivia y de más allá de las fronteras. Es tal el despliegue, que el Carnaval de Oruro ostenta el título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, otorgado por la Unesco.
La Entrada tiene el título de Obra Maestra de la Humanidad.
Pero la agenda de las carnestolendas orureñas empieza meses antes, con los primeros convites de las fraternidades que se realizan en la capital. Sigue también con otros eventos importantes como el Festival de Bandas, que en esta versión se llevará a cabo el 15 de febrero y por primera vez será dirigido por una música: Vannia Miranda.
Según datos del Viceministerio de Turismo, el Carnaval en la ciudad de Pagador concentra toda la actividad anual del rubro. El año pasado, según las cifras del Observatorio Turístico, se sobrepasaron los 300 mil visitantes, entre nacionales y extranjeros. Se generó, además, un movimiento de 127 millones de bolivianos, aunque por primeras vez en 2019 se estableció ley seca durante la entrada.
Oruro refuerza su actividad turística también con destinos culturales como Sajama, Curahuara de Carangas y Chipaya, entre otros.
La Virgen del Socavón es símbolo de unidad y devoción
La Candelaria, la Candicha o la Virgen del Socavón es la patrona departamental de Oruro. Su imagen -que estará de fiesta en Carnaval- y su devoción es símbolo de unidad para los hijos de la región de Sebastián Pagador.
La Virgen del Socavón es parte de la historia, de los ritos y de los mitos orureños. Y Oruro es un pueblo eminentemente minero desde tiempos precolombinos.
Cuenta la leyenda que el maligno Huari en su intento por someter a los urus, antepasados de los orureños, les envió cuatro plagas: una gigantesca serpiente desde el sur; un sapo enorme desde el norte; hormigas hambrientas desde el este y un monstruoso lagarto desde el oeste.
Una ñusta, bella como todas las ñustas son, apareció entonces en ayuda de los urus y derrotó con su espada: cortó a la víbora en tres y la petrificó como al sapo y al lagarto… ahora son cerros en Cala Cala. Las hormigas se han vuelto arena, cuenta la historia que repiten los devotos de la Virgen.
Después de la llegada de los españoles, la imagen de la ñusta se fusionó con la Candelaria .
En el siglo XVI, con la Colonia llegó a la Villa de San Felipe de Austria el culto a la Virgen de la Candelaria, la que ilumina con la luz de su candela, que es Jesús.
A los pies del cerro Pata de Gallo había una ermita, que se dedicó a la Virgen. Los mineros tenían a la Candelaria como su patrona.
“Ellos fueron los primeros en rendirle homenaje porque ella era la primera que los sostenía, los acompañaba en los socavones, de donde no sabes si sales con vida”, contó el padre Juan Chávez, uno de los custodios del Santuario del Socavón.
La fusión entre la imagen de Huari, del Tío de las entrañas de la tierra y del diablo occidental se fusionó pronto en alegoría coreográfica de la diablada, lucha del bien contra el mal, con la que los mineros rendían pleitesía a su patrona. A los pies del cerro Pata de Gallo, la ermita se convirtió en una capilla y se dedicó a la Virgen.
Hacia 1789, otra leyenda reforzó el culto a la Candelaria: la historia del Nina Nina -o Chiru Chiru-, un ladrón que veneraba el lienzo de la Virgen del Socavón y que, cuando se vio herido de muerte, fue salvado por una hermosa y misteriosa dama.
El lienzo de la Virgen del Socavón fue pintado en el siglo XVIII en los muros de adobe de la capilla a los pies del cerro. Del autor nada se sabe. Durante décadas, las cofradías de fieles engalanaron la imagen con trajes y joyas, que terminaron deteriorándola.
Hace 60 años, el obispo de Oruro encomendó a la congregación italiana. Los Siervos de María la custodia de la capilla.
En los años 90, la imagen de la Virgen del Socavón fue restaurada y su Santuario ampliado. Con los años se recuperó el 2 de febrero como el Día de la Candelaria.
Sin embargo, la verdadera fiesta de la Virgen del Socavón es en Carnaval. Desde 2013 otra imagen de la Candila, de 45 metros, es parte de la tradición de Oruro. La Virgen lo sigue protegiendo.