La industria láctea PIL Andina revela que la baja cotización del precio de la leche en polvo en el mercado internacional, la sobreproducción de leche cruda y la falta de demanda interna han superado la capacidad de almacenaje.
Así el gerente general, Pablo Vallejo, salió al paso para desvirtuar rumores en sentido que la capacidad productiva de la empresa en Bolivia había sido superada por los actuales volúmenes de producción.
La aclaración la hizo la anterior semana desde EEUU. Con la variable de crecimiento, PIL acopia un millón de litros de leche por día en todo el territorio nacional.
El ejecutivo aclaró que los actuales volúmenes de producción no excedieron la capacidad de procesamiento de PIL. Lo que pasó es que superaron la cabida de los almacenes y la capacidad financiera de la empresa porque no pueden ser comercializados, en el mercado interno, por falta de demanda y, en el exterior, por los altos costos productivos y la baja cotización de precios de exportación.
Del factor externo, Vallejos refirió que es complicado competir con un producto que a la PIL le cuesta $us 5.052 (la tonelada de leche en polvo) contra los $us 2.800 que vale en el mercado externo.
Se detalló que para una tonelada de leche en polvo se requieren 8.400 litros, que multiplicados por $us 0,53 -precio promedio del litro de leche en Cochabamba y La Paz-, más los $us 500 del costo de industrialización y el flete mínimo de transporte $us 100 hasta el puerto de Arica o Matarani significan un costo de producción y exportación sin margen de utilidad.
A decir de Vallejo, para comprobar este extremo basta recorrer los mercados mayoristas y cadenas de supermercados del país para advertir que la competencia no solo toca a la leche en polvo, sino que se extiende a quesos, yogures, dulce de leche, entre otros productos, de procedecia Argentina, Paraguay, Brasil y Chile.
A criterio de Vallejo, en esta coyuntura que se recibe cada día más leche cruda y en el mercado se venden cada vez menos productos, los excesos de producción terminan acumulándose en los almacenes de las empresas, lo cual pone en riesgo no solo a la industria sino a toda la cadena productiva de la leche en Bolivia.
Desde la Asociación Nacional de Industrias Lácteas (Andil), el presidente Roberto Arce, refirió que si bien hay sobreproducción de leche cruda, el acopio en las 17 pequeñas y medianas empresas lácteas de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba, Sucre y Tarija es normal.
No obstante, expresó que teme que la problemática de PIL genere un efecto contagio en el sector. A juicio de Arce, de persistir la invasión de productos incluidos en la oferta láctea foránea se corre el riesgo que la PIL vire su estrategia comercial y ataque los nichos de mercado de los asociados a Andil.
Andil también observa con recelo la invasión de productos lácteos extranjeros a los mercados.
Información de asociadas a Andil da cuenta que por la diferencia del tipo de cambio del peso argentino y real brasileño varias panaderías y heladerías del medio local han optado por importar y reconstituir leche en polvo. Han reemplazado la leche cruda.