Una empresa unipersonal que se dedica a elaborar joyas a base de cuernos de ganado, por lo general desechados en los mataderos, y un emprendimiento que reutiliza escombros para elaborar ladrillos ecológicos son dos ejemplos de negocios exitosos que tienen en la basura su mejor materia prima.
Marco Leonardini está a la cabeza de Laureke, un emprendimiento que se dedica al aprovechamiento de asta de buey (cuernos de ganado) que es desechado en los mataderos de La Paz y El Alto. Con esos aparentes restos inútiles Leonardini elabora joyas como collares, pulseras y aretes.
Con esta empresa que ya lleva más de 15 años trabajando con ventas cara a cara y también a pedido, este empresario logra mantener a su familia y puede vivir en forma «cómoda”. La clave de su éxito radica -según cuenta- en la capacidad de innovar y crear productos de manera constante.
Hemos llegado a la conclusión, y lo hemos aprendido con los años, que uno tiene que ir creando nuevos productos, diseños y renovando su oferta. El que no innova se queda, lamentablemente, y es vital buscar nuevos mercados”, asegura Marco en su taller ubicado en la zona de Bella Vista.
La casa y el taller de Lorenzo Condori están en la zona Alto Lima de la ciudad de El Alto. Con orgullo y serenidad muestra detalle a detalle los ladrillos «térmicos” que elabora. La materia prima para este producto son restos de estuco, partes de ladrillo común, arena y plastoformo picado.
Condori, quien fabrica sus propias máquinas para elaborar los ladrillos, dice que este nuevo tipo de material de construcción favorecerá a las nuevas edificaciones por su liviandad, asimilación de calor y aislamiento de sonidos. Bloques ecológicos LC, el nombre de su empresa, lleva cinco años produciendo alternativas recicladas para el rubro de la construcción.
«El éxito que recién estamos viéndolo es porque ya el mercado se da cuenta de que este emprendimiento sirve (…) Tenemos visitas de Alemania, Holanda, Paraguay, Brasil, Argentina. Con Venezuela estamos intercambiando información acerca del manejo de escombros”, asevera Condori con el overol bien puesto.
Las computadoras, cocinas y refrigeradores suelen tener un período de «vida útil”. Después de ello pasan a la categoría de «inservibles”. Pero esa palabra no existe para Miguel Ángel Guerra quien hace casi dos años creó la empresa Industria de Desarrollo Ecológico Autónomo. Este emprendimiento tiene como principal producto las chimeneas ecológicas elaboradas a través del reciclaje de esos artefactos electrónicos que ayudan en la mejora del medio ambiente.
«Se enfoca en recuperar esta materia prima que para nosotros es muy útil y de buen precio y así poder crear objetos funcionales y atractivos para el cliente. Cuando después de largo tiempo de uso ya no desea el producto y quiere deshacerse de él por diferentes motivos nosotros lo reciclamos, lo transformamos y desarrollamos un producto nuevo”, comenta Guerra. Este emprendedor, que en la actualidad estudia en el tercer año de la carrera de Arquitectura en la Universidad Mayor de San Andrés, tiene como meta para este año «abarcar el mercado hotelero” en lugares turísticos y de clima frío; además de abrir una nueva división en la empresa.
Esta nueva área se dedicará al diseño y fabricación de muebles para el hogar y la oficina. Todo el mobiliario estará fabricado de vidrio y metal reciclado como principal materia prima.
En la línea de «hacerse cargo” de residuos electrónicos y eléctricos nació hace dos años el emprendimiento REEcicla. Esta empresa se enfoca en el reciclaje de residuos de computadoras, impresoras, celulares y otros elementos eléctricos. El principal objetivo es gestionar, de forma responsable, estos desechos. Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) es lo que comúnmente se conoce como «basura electrónica”. Ésta es la materia prima de este emprendimiento según comenta su fundador, Jhonnathan Butrón, y añade que son los primeros en incursionar en este ramo en Bolivia.
«Al ser pioneros en el negocio insertamos la cultura del reciclaje de RAEE en más de 50 empresas. Como emprendedores tuvimos la gran responsabilidad de insertar en nuestra sociedad este nuevo modelo de negocio verde, que ayuda al medio ambiente”, cuenta Butrón.
Esta empresa, que se dedica a la gestión de residuos electrónicos, lleva dos años en el acopio y tratamiento de estos materiales.
Es un emprendimiento que elabora joyas a partir de astas de ganado.
Bloques ecológicos Ladrillos «térmicos” elaborados a partir de escombros.
Una empresa que fabrica «chimeneas ecológicas” con restos de electrodomésticos.