Presentar un sanitizador que por su carácter bactericida contribuya con la salud, es un gran mérito; que el producto tenga aromas que ayuden a hacer frente al estrés mediante la técnica de la aromaterapia es doblemente meritorio; que además la empresa boliviana ayude con conocimientos científicos a los proveedores y consumidores, y que se convierta en un apoyo con el medio ambiente es ya un mérito exponencial.
Ésas son justamente las características de los sanitizadores Hyggelig (sentirse bien, en danés), elaborados por la microempresa de Bolivia IAB SRL, y por ello, su representante legal, Jacklyn Vanessa Bustamente, se hizo merecedora de un premio de 10.000 bolivianos por parte del concurso EmprendeIdeas, de la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce).
Se trata de un producto en tres versiones: eucalipto (azul), menta (verde) y romero (rosado), logrados por IAB, en base a aceites esenciales y destinados a todo público, pero sobre todo a personas que trabajan en oficinas y relaciones interpersonales y que por esta razón pueden estar sometidas a una situación constante de estrés y disponer de poco tiempo.
El truco es un producto que, además de eliminar bacterias gracias a su alcohol en gel al pasárselo por las manos, despida un aroma agradable que contribuya a relajar el cuerpo y crear una sensación de paz y bienestar.
Así, según explica la emprendedora boliviana, el de menta sugiere concentración y focalización en el trabajo; el de romero, renovación y sensación de ligereza e ideas frescas, y el de eucalipto, sensación de salud, ideal para una persona refriada que necesita trabajar.
El aroma es logrado gracias al aceite esencial de productos naturales cuando el común de los sanitizadores tiene aromas artificiales.
En el caso del eucalipto, el aceite es logrado por campesinos de Sacaba, que logran el aceite mediante máquinas de extracción, y gracias a un convenio, pasan el producto a la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), que someterá el aceite a procesos de refinación, para su posterior oferta.
Es de allí que el emprendimiento boliviano IAB compra el aceite y lo somete a un nuevo proceso de dosificación y mezclas con el alcohol en gel y otros productos en sus talleres de Vinto. Los aceites de romero y menta se obtienen de otras microempresas. El resto del proceso es el mismo.
Según cuenta Bustamante, el aporte de IAB en esta fase es un proceso de información y orientación hacia ambos lados de la cadena de producción, es decir, se imparten conocimientos a los campesinos de Sacaba y a las microempresas de Bolivia para mejorar el proceso de extracción para incrementar la calidad del aceite, y del otro lado, se hacen orientaciones de almacenamiento idóneo a las farmacias, para no bajar la calidad del producto, y otras recomendaciones de uso al consumidor final.
Por ahora, el sanitizador es un proyecto que se afina con EmprendeIdeas y probablemente estará en el mercado a fin de año.