Con el impulso de la demanda en Santa Cruz, de enero a junio las ventas de cemento subieron en un 40% respecto al atípico primer semestre del año pasado. Mientras que los permisos de construcción aumentaron en 98%, pero aún no llegan a los niveles de antes de la pandemia.
Según datos del Centro de Estadios Económicos y Desarrollo de la Cámara Departamental de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), la comercialización de este insumo de la construcción alcanzó en seis meses a 1.622.657 toneladas.
El año pasado, en similar período, en las ventas se registraron 1.159.884 toneladas. Es decir que este 2021 hay un incremento de 40%, pero las cifras aún son inferiores en 37% a las 1.837.493 toneladas vendidas en 2019.
Hasta el mes de junio de este año, en Santa Cruz se comercializó el 30% del cemento, el 19% en La Paz, el 18% en Chuquisaca, el 15% en Cochabamba, el 12% en Oruro y el 6% en Tarija.
En 2019 las ventas llegaron en todo el año a 3.956.990 toneladas y en 2020 bajaron -por la paralización de obras y la pandemia- a 3.031.190 toneladas.
Los permisos de construcción en Bolivia a junio alcanzaron a 1.223.959 metros cuadrados (1,2 millones), un 98% más que en similar período de 2020, cuando cayeron a 619.572.
Hasta el primer semestre de 2019 se habían aprobado 1.511.302 permisos en el país y en todo el año sumaron tres millones.
A junio de este año, un 90% de los permisos tienen el visto bueno a los planos de construcción, un 8% de los permisos son de legalización y regularización.
De acuerdo con Cadecocruz, la desaceleración de la economía, que se arrastraba desde el año 2016, y la crisis sanitaria provocada por la pandemia de covid derivaron en 2020 en una recesión de la economía nacional y regional, al igual que en el desplome de la construcción.
“En la gestión 2021 la actividad económica en general se está reactivando y la construcción muestra tasas positivas de crecimiento; sin embargo, entre tanto no se disponga de datos oficiales, no es posible determinar si la construcción ha recuperado los niveles de actividad previos a la recesión”, precisó la Cámara.
La inversión pública ejecutada en 2018 alcanzó a 4.458 millones de dólares, bajó a 3.769 millones de dólares en 2019 y el año pasado a 1.784 millones de dólares.
Cadecocruz sostiene que desde 2010, la tasa de crecimiento del PIB de Santa Cruz ha sido superior a la de Bolivia. La economía departamental en 2019 creció a una tasa de 4,15%, por encima de la de Bolivia (2,22%).
“La construcción es una actividad transversal a toda la economía. Se caracteriza por demandar de manera importante mano de obra y se ha ido consolidando como uno de los principales sectores económicos de Santa Cruz, representando, a partir del año 2014 un valor superior al 3% del PIB departamental. En 2017 llegó al 3,5%”, apuntó la Cámara.
La Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), en un comunicado reciente, manifestó su preocupación por la situación económica del sector que fue el más afectado en 2020 con datos negativos en su participación en el PIB de (-50,95%).
Para Caboco algunas medidas anunciadas por el Gobierno -como la aprobación del Fideicomiso de Apoyo a la Reactivación de la Inversión Pública (Farip) de 2.000 millones de bolivianos- son importantes pero insuficientes. “En Tarija la deuda consolidada del sector constructor asciende a 1.000 millones de bolivianos y queda la duda de cómo se logrará cubrir toda la deuda que se arrastra a nivel nacional, de los más de 300 municipios que requieren cancelar deudas para permitir a las empresas reactivarse”, indicó Caboco.
De acuerdo con la entidad, un 82% de contribuyentes a Impuestos Nacionales (SIN) no han podido honrar sus pagos pese a las facilidades, por estar en condiciones precarias, con falta de liquidez y con deudas, además de otros problemas.