Sus clientes le dicen doña Wanda, aunque en realidad se llama Paola Mejía Arze. Es la creadora de wafles y panqueques Wanda en Cochabamba, un emprendimiento que comenzó hace más de seis años, y que marcha viento en popa gracias a la calidad de su producto y a las ventajas para el cliente en cuanto a practicidad y nutrición.
No es para menos, cuando este tradicional desayuno estadounidense, compuesto de harina, leche, huevos, mantequilla y polvo de hornear, se lo puede obtener sin mayor esfuerzo, simplemente sacándolo del refrigerador (donde se lo puede conservar por más de seis meses), calentarlo unos 30 segundos en el microondas o un par de minutos en el perol, y servirse, con dulces, mermeladas, o leche condensada, a gusto del cliente, e incluso con manjares salados como mantequilla o mayonesa, todo al gusto del cliente.
El emprendimiento comenzó hace seis años, cuando Paola Mejía, quien además es ingeniera de alimentos, trabajaba en el Servicio Nacional de Inocuidad Alimentaria (Senasag), pero como había nacido su tercer hijo decidió dejar temporalmente el trabajo.
Una vez que el niño creció, buscó un proyecto al que dedicarse. Su esposo, Gerardo Gil le sugirió comenzar una empresa de wafles y panqueques, a los que él era aficionado tras haberlos conocido en uno de sus frecuentes viajes a Estados Unidos. De modo que tras probar las recetas, una y otra vez, e investigar en Internet, se dio con la fórmula ideal y se decidió comenzar la producción en masa.
Pero antes, hacía falta la maquinaria. Era impensable lograr el producto sólo con utensilios de cocina, así que, mediante contactos, se logró al importación de los equipos desde China. Primera gran inversión.
Después se comenzó la producción en masa, pero necesitaba de envases que garanticen higiene, como las bolsas plásticas, que nos las elaboran en pequeñas cantidades. Segunda gran inversión.
La emprendedora también buscó una marca. Sus amigos y conocidos le propusieron Paola, como ella, pero como el producto es más norteamericano prefirió Wanda, y con ese nombre comenzó a venderse primero en los mercados próximos a la casa de la propietaria. Después ingresó a IC Norte donde comenzó a ganar clientes.
Un potencial comprador que estaba interesado en llevar el producto a Santa Cruz, le sugirió, que además de las bolsas plásticas, se utilizaran paquetes cuadrados de cartón para hacerlos más presentables y más prácticos para su traslado a otros departamentos. Tercera gran inversión. Además de los cartones se tuvo que trabajar en un diseño.
Pero funcionó. Ahora los wafles y panqueques Wanda se venden en todos los supermercados IC Norte e Hipermaxi de Cochabamba, en La Paz, Santa Cruz y recientemente Sucre.
Algo que llamó poderosamente la atención de la emprendedora es que su producto pegó con mayor facilidad en mercados como La Paz y Santa Cruz, mientras que los cochabambinos son mucho más reacios a cambiar sus costumbres.
Pese a todo, los wafles y panqueques poco a poco van ganando mercado. Es más, ya no se los considera como manjares exclusivos del desayuno, ya que se los ve más en ofertas en hoteles, restaurantes, confiterías y heladerías. “De eso estoy convencida, quienes prueban mi producto vuelven por más”, comenta la propietaria.
Además de los wafles y panqueques, la microempresa Wanda tiene también una línea de tres tipos de granolas, todas supernaturales y nutritivas, recomendadas para los desayunos de grandes y chicos.