Informe anual 2019: Poner fin a la pobreza, invertir para generar oportunidades

Banco Mundial / Mayo 21, 2020

Compartir en:

El Banco Mundial opera actualmente desde más de 140 países en todo el
mundo. Esta mayor presencia en los países clientes le permite comprender
mejor a sus asociados, trabajar más eficazmente con ellos y brindarles servicios en forma más oportuna. El 96% de los directores y los gerentes del GBM (Grupo del Banco Mundial) para los países y el 45% del personal están apostados en países de las seis regiones geográficas delimitadas por la institución. En esta sección se describen los principales objetivos alcanzados, los proyectos emprendidos, las estrategias implementadas y las publicaciones que se dieron a conocer en el ejercicio de 2019.

América Latina y el Caribe

En América Latina y el Caribe, el crecimiento fue del 1,6% en 2018 y, según los pronósticos, será del orden del 1,7% en 2019. El objetivo en la región consiste en continuar ampliando la profunda transformación social que se produjo en la primera década del siglo XXI, cuando el auge de los productos básicos y el crecimiento generalizado permitieron reducir a la mitad las tasas de pobreza de la región. Entre 2003 y 2016, la proporción de la población que vivía en la pobreza extrema pasó del 24,5% al 9,9%.

Desde entonces, no obstante, las perspectivas económicas se han ensombrecido, y muchas personas corren riesgo de volver a caer en la pobreza. En el informe semestral titulado ¿Cómo afecta el ciclo económico a los indicadores sociales en América Latina y el Caribe? Cuando los sueños enfrentan la realidad, se destacó que gran parte de esa reducción de la pobreza obedeció a una fase favorable del ciclo económico antes que a una mejora de la estructura económica básica y de largo plazo de la región. Sigue siendo un desafío para los países abordar estas limitaciones para respaldar un crecimiento más sólido e inclusivo.

Asistencia del Banco Mundial

En el ejercicio de 2019, el Banco Mundial aprobó financiamiento por valor de USD 6100 millones para 37 operaciones en la región (de las cuales una era una operación de financiamiento combinado del BIRF y de la AIF), monto que incluyó USD 5700 millones en préstamos del BIRF Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento  y USD 430 millones en compromisos de la AIF (Asociación Internacional de Fomento). Asimismo, se firmaron 18 convenios de servicios de asesoría reembolsables con 8 países por un total de USD 6 millones.

La estrategia para la región se basa en tres pilares. El primero se centra en el crecimiento inclusivo impulsado por el aumento de la productividad, la competitividad, la transparencia y la rendición de cuentas; la inclusión de grupos tradicionalmente excluidos, como los pueblos indígenas, los afrodescendientes y las comunidades rurales, y
la creación de condiciones para atraer la inversión privada.

El segundo pilar subraya la importancia de la inversión en capital humano, a fin de preparar a las personas para los desafíos y las oportunidades que traen aparejadas la digitalización y la naturaleza cambiante del trabajo. El tercero se orienta a generar resiliencia, de manera que los países puedan gestionar y soportar mejor perturbaciones tales como los desastres naturales, las conmociones económicas, las migraciones, y el delito y la violencia.

Promover el crecimiento inclusivo. El Banco está abocado a promover el crecimiento económico y social inclusivo, haciendo hincapié en el aumento de la productividad, la rendición de cuentas y las oportunidades.

El Proyecto de Transformación Urbana del Área Metropolitana de Buenos Aires, de USD 300 millones, respalda la integración física y social del Barrio 31, un asentamiento informal de población pobre, con el resto de la capital de Argentina, creando oportunidades económicas para los residentes. Por otro lado, mediante el Proyecto de Expansión de Finanzas Rurales de México, financiado por el Banco, se ayudó al sistema financiero a llegar
a zonas donde la presencia de la banca tradicional era escasa o nula: se concedieron más de 150 000 préstamos y se amplió el crédito para las empresas rurales de pequeña escala, con especial énfasis en las mujeres y las zonas marginadas.

A través del Proyecto de Inversión Comunitaria en Áreas Rurales de Bolivia, se dotó de infraestructura para servicios básicos a las comunidades rurales más pobres y aisladas de Chuquisaca, Cochabamba, La Paz y Oruro; por este medio, se mejoraron el riego, los caminos rurales, el abastecimiento de agua potable, el saneamiento y la electrificación, obras que beneficiaron a casi 282 000 personas. Por su parte, con el Proyecto de la Primera Línea del Metro de Quito, en Ecuador, se logró una eficaz colaboración entre el BIRF y otros bancos multilaterales de desarrollo, como el Banco de Desarrollo de América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Europeo de Inversiones. Ya se ha completado casi el 80 % del proyecto, de USD 1700 millones, sin que se prevean demoras ni sobrecostos.

Invertir en capital humano para crecer y lograr prosperidad

Fortalecer el capital humano a través de la educación, la salud y las oportunidades es fundamental para lograr crecimiento y prosperidad. Siguiendo el camino del programa Bolsa Família de Brasil, de USD 200 millones, con el que se proporcionan transferencias de efectivo a familias pobres con la condición de que envíen a sus hijos a la escuela y utilicen los servicios de salud maternoinfantil, en Paraguay se brinda apoyo a un programa similar de transferencias monetarias condicionadas a través del Proyecto de Auditoría Social de la Alianza Global para la Auditoría Social, creada por el Banco Mundial. El proyecto, en el que se tienen en cuenta las opiniones de las comunidades locales sobre la forma de reducir el ausentismo escolar, mejorar la calidad de la atención médica y garantizar el abastecimiento de medicamentos básicos, beneficia a más de 13 000 niños de las zonas más pobres del país.

En Perú, un proyecto de asistencia técnica permitió mejorar el desempeño, la cobertura y el seguimiento de los programas de inclusión social administrados por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, como los de transferencias monetarias condicionadas, pensiones para quienes viven en la pobreza extrema y comidas escolares para niños de los niveles preescolar y primario.

Generar resiliencia

La región de América Latina y el Caribe está muy expuesta a los desastres naturales y también debe hacer frente a la llegada de numerosos migrantes de Venezuela y América Central. Colombia recibió una donación de USD 32 millones del Servicio Mundial de Financiamiento en Condiciones Concesionarias, administrado por el Banco, en respaldo de políticas dirigidas a gestionar el flujo de migrantes y refugiados de Venezuela y mejorar su acceso al empleo y a los servicios sociales básicos, así como en apoyo de las comunidades que los reciben.

Para ayudar a Dominica a recuperarse del huracán María, que dañó el 75% de su red eléctrica, el Banco apoyó la Estrategia Nacional de Desarrollo Resiliente, formulada por el Gobierno y dirigida a diversificar la matriz energética. A tal efecto, proporcionó USD 27 millones para construir una central geotérmica de 7 megavatios, que respaldará el objetivo de Dominica de convertirse en “el primer país del mundo resiliente ante el cambio climático”. También se incrementará la participación de energías renovables y se ofrecerá una hoja de ruta clara para la inversión privada en opciones geotérmicas eficaces en función de los costos y con capacidad de recuperación frente al clima.

Crear herramientas financieras para lograr un impacto mundial

Durante más de 70 años, el BIRF ha movilizado financiamiento para sus países clientes en los mercados de capital internacionales y ha recaudado casi USD 900 000 millones desde su primer bono en 1947. Durante el ejercicio de 2019, el BIRF movilizó USD 16 000 millones en capital pagado aportados por sus accionistas para financiar proyectos y programas por un monto cercano a los USD 120 000 millones, con los que se ayuda a los países clientes de todo el mundo a abordar sus prioridades de desarrollo.

Aprovecha la calificación crediticia de triple A de que goza el BIRF para movilizar de forma eficiente y rentable entre USD 50 000 millones y USD 60 000 millones al año en apoyo al mandato del Banco de promover el desarrollo sostenible, crear herramientas e instrumentos financieros que permitan atender las prioridades de desarrollo a nivel mundial, y ayudar a los clientes a gestionar los riesgos y generar resiliencia. En el ejercicio de 2018, la AIF ingresó por primera vez a los mercados de capital con un bono de referencia inaugural de USD 1500 millones, que generó órdenes de compra de inversionistas de todo el mundo por un total de USD 4600 millones. Este monto ha permitido a la AIF ampliar considerablemente su respaldo a los ODS y, al mismo tiempo, ofrecer a los inversionistas una forma eficiente de contribuir al desarrollo internacional.

Mejoraron las operaciones para lograr un impacto en el desarrollo

A fin de prestar mejores servicios a los clientes y asociados, se empeñan en mejorar las operaciones, políticas y procesos para ser una institución más eficaz y eficiente y maximizar el impacto en el desarrollo.

Descargar publicación

Descargar publicación: Informe anual 2019: Poner fin a la pobreza, invertir para generar oportunidades

Comentar