Una mujer está en el hospital a punto de dar a luz y recibe una llamada telefónica de su empleador: la despiden de su trabajo porque su embarazo se considera una “ofensa”. A una cirujana forense se le prohíbe continuar en su trabajo luego de que en un decreto se establece que es inapropiado para las mujeres. Una secretaria pierde su trabajo después de confiarle a colegas que su jefe la está acosando sexualmente.
Este tipo de historias se repiten todo el tiempo; afectan a las mujeres en todas las etapas de su vida laboral y les impiden acceder a ciertas oportunidades económicas. De acuerdo con el informe Mujer, empresa y el derecho 2020 (PDF) publicado hoy por el Banco Mundial, las mujeres aún acceden a solo un 75 % de los derechos que poseen los hombres.
Las leyes son importantes para la inclusión económica de las mujeres. Si bien alcanzar la igualdad de género no es un proceso a corto plazo —requiere una firme voluntad política y un esfuerzo concertado de los Gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, entre otros—, las reformas jurídicas y regulatorias pueden tener una función de base como primer paso importante. Y sabemos que un mejor desempeño en el índice de Mujer, empresa y el derecho significa que hay más mujeres que trabajan y reciben un ingreso más elevado, y que mejoran los resultados de desarrollo.
En el informe Mujer, empresa y el derecho (PDF) se mide el modo en que las leyes y las regulaciones inciden en las oportunidades económicas de las mujeres en 190 economías. La edición 2020 abarca reformas aplicadas a lo largo de un período de dos años que finalizó en septiembre de 2019. En el índice se analizan los derechos económicos a lo largo de diferentes hitos en la vida laboral de una mujer y mediante ocho indicadores —por ejemplo, capacidad para trasladarse libremente, derechos en el lugar de trabajo, derechos al casarse y tener hijos, modo en que la ley les impide o les permite dirigir su propio negocio y gestionar activos, y jubilación—.
El puntaje promedio mundial de 2019 es de 75,2, valor superior al 73,9 de 2017; no obstante, el avance general de las reformas ha sido lento. Este año, ocho países alcanzaron el puntaje perfecto: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Letonia, Luxemburgo y Suecia. Canadá se unió a este grupo luego de reformar la licencia parental. Las reformas relacionadas con el indicador “Parentalidad” fueron las más populares, ya que 16 países implementaron algún tipo de cambio en sus políticas de licencia por maternidad, paternidad o parental. Este también es el indicador con mayor margen de mejora. Se necesitan reformas urgentes, ya que apenas recibió un puntaje de 53,9 en promedio.
A nivel mundial, se están observando cambios en las regiones donde más se los necesita. En total, 40 economías promulgaron 62 reformas, y la mayoría se registró en Oriente Medio y Norte de África y África al sur del Sahara. Si bien se observaron avances considerables, especialmente en lo que respecta a mejorar la posibilidad de que las mujeres ingresen y permanezcan en la fuerza laboral, Oriente Medio y Norte de África continúa siendo la región con el puntaje promedio más bajo. En África, los países actualizaron antiguas leyes de las décadas de 1950 y 1960, y se adoptaron nuevos códigos en países que están saliendo de conflictos.
Las economías que más mejoraron su puntaje en el índice son Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Nepal, Sudán del Sur, Santo Tomé y Príncipe, Bahrein, República Democrática del Congo, Djibouti, Jordania y Túnez, pero muchas de ellas aún presentan un margen de mejora considerable. Otras 30 economías implementaron reformas en al menos una esfera medida por Mujer, empresa y el derecho.
Ningún país puede desarrollar su máximo potencial sin la participación igualitaria de mujeres y hombres. Alcanzar la igualdad de género no solo es correcto, sino también necesario para el crecimiento económico y el desarrollo de un país. El informe Mujer, empresa y el derecho 2020 presenta ejemplos de buenas prácticas y muestra lo que pueden hacer los Gobiernos para mejorar las oportunidades económicas de las mujeres.
¿Cómo pueden mejorar las leyes de su país para que las mujeres tengan igualdad de oportunidades cuando intenten obtener un empleo o iniciar una actividad empresarial? Conozca más y cuéntenos su experiencia.