En la publicación «Agencias latinoamericanas de fomento de la innovación y el emprendimiento – Características y retos futuros» se analizan y comparan aspectos institucionales y operativos de un conjunto de agencias de innovación y emprendimiento de América Latina, poniéndolos en perspectiva con los de otras agencias de países desarrollados, con el fin de extraer recomendaciones para la implementación de políticas de innovación en la región.
El análisis estuvo basado en estudios de casos individuales de 14 agencias, 9 de América Latina y 5 de países desarrollados. Las características de las agencias sugieren que hay una amplia diversidad de enfoques estratégicos, alcances y objetivos, a la vez que existen diferencias sustanciales en los aspectos organizacionales e institucionales.
No obstante, en los sistemas de innovación más avanzados las agencias tienen un enfoque estratégico más orientado a la transformación de las economías, el cual se sustenta en unas sólidas capacidades organizacionales. La diversidad institucional que se recoje en el trabajo ofrece múltiples oportunidades de aprendizaje y cooperación entre países.
Muchos países de ALC, y todos los desarrollados, cuentan con políticas públicas para atender las fallas de mercado que limitan la innovación y el desarrollo tecnológico.
Estas políticas abarcan distintos ámbitos, desde el apoyo a la generación de conocimiento científico hasta la innovación empresarial y el emprendimiento.
La experiencia ha demostrado que el diseño y la implementación de estas políticas requieren de arreglos y capacidades institucionales robustos a fin de que resulten efectivas. Sin una institucionalidad adecuada, las acciones de los gobiernos pueden conducir a fracasos que podrían ser aún más costosos que las fallas mismas que las justificaron.
La capacidad para diseñar e implementar políticas exitosas está condicionada por diversos factores, desde la estructura organizacional del sector público encargado de estas políticas hasta las capacidades técnicas, operativas y políticas de las instituciones o agencias públicas relevantes. Asimismo, se vuelve esencial una fuerte interacción con el sector privado en la exploración conjunta de políticas e instrumentos adecuados, pero con los recaudos que eviten la captura y búsqueda de rentas y una fuerte cooperación con otros organismos públicos dada la transversalidad de la política de innovación (CEPAL, 2014).
Las AIE son organizaciones especializadas en la promoción o el fomento de la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) en las empresas. Operan como puentes entre los actores públicos encargados de las estrategias y el diseño de las políticas de innovación y aquellos que ejecutan las actividades de innovación y emprendimiento (investigadores, centros de I+D, universidades, aceleradoras, incubadoras, empresas y emprendedores,
entre otros).
La combinación entre ámbitos y mecanismos de fomento, junto con otras definiciones procedimentales, dan lugar a los programas o instrumentos de promoción de las AIE. Por ejemplo, es muy frecuente que las AIE cuenten con un instrumento para seleccionar –a través de concursos o ventanillas permanentes– y cofinanciar –a través de subsidios o créditos– proyectos de innovación presentados por PyMES o empresas de cualquier tamaño.
Otro ejemplo de instrumento es aquel que se orienta a apoyar, mediante subsidios, el desarrollo temprano de emprendimientos basados en productos y servicios innovadores o de base tecnológica.
El trabajo se encuentra estructurado de la siguiente manera: se presenta el marco conceptual y metodológico, y se definen los criterios que se
utilizaron para seleccionar los casos de estudio y las principales dimensiones de análisis. En la tercera sección se caracterizan las agencias según seis dimensiones de análisis:
En la cuarta sección se exploran patrones comunes e interrelaciones entre tres aspectos críticos de las agencias: estrategia, capacidades y desempeño. Las conclusiones y recomendaciones se presentan en la última sección.