La ciencia ficción distópica, así como las recientes advertencias de la industria, a veces han señalado los peligros de la inteligencia artificial (IA). Hoy, sin embargo, los efectos positivos de la IA se han generalizado en nuestra vida cotidiana. En medicina, por ejemplo, los neuropatólogos lo están utilizando para ayudar a diagnosticar y recomendar rápidamente el tratamiento de tumores cerebrales, y los dermatólogos para identificar melanomas. La IA también se puede usar para detectar incendios forestales. Es crucial para el estudio del cambio climático. La IA también es una realidad de larga data dentro de los automóviles y las casas inteligentes.
La IA llegó para quedarse y claramente cambiará el futuro del trabajo. Un documento de trabajo de la OCDE indica que el 14% de los trabajos están en riesgo ya que son «altamente automatizables», y un 32% adicional es probable que experimente cambios significativos. ¿Cómo podemos garantizar que la IA sea una fuerza para el bien?
El Índice Global de Competitividad del Talento (GTCI) de este año, que incluye 132 países, se centra en la inteligencia artificial y la competitividad del talento. Adaptarse a esta nueva forma de trabajar es importante para que los países hagan crecer sus economías y se mantengan competitivos a nivel mundial.
En los últimos años, un número creciente de países ha adoptado estrategias de IA. Para garantizar que la IA sea una fuerza para el bien, estas estrategias deben estar basadas en valores y basadas en principios. Desde el punto de vista del mercado laboral, los esfuerzos deben orientarse a integrar en lugar de reemplazar el factor humano. El talento adaptativo, esas habilidades que son exclusivamente humanas, como la creatividad, la curiosidad, el entusiasmo, el liderazgo, la empatía y la compasión, es lo que marca la diferencia al abordar problemas complejos y aprovechar oportunidades distantes.
Los 10 principales países en la clasificación de este año son economías de altos ingresos que funcionan bien tanto en los pilares de entrada (es decir, panorama del mercado, educación) como de salida (es decir, empleabilidad, impacto en el talento) del modelo GTCI. La estabilidad entre las naciones mejor clasificadas continúa, con ligeros cambios entre los 10 principales y la adición de un tercer país no europeo: Australia (10), líder en educación formal y atracción de talentos.
Centrándose en la IA, el informe tiene como objetivo capturar el nivel de adopción tecnológica, la inversión en nuevas tecnologías y la densidad de robots. Obviamente, estas no son medidas perfectas, pero actúan como representantes que pueden rastrearse a nivel mundial. No es del todo sorprendente, la parte superior de la clasificación incluye países que tienen un buen desempeño en estas variables. Por ejemplo:
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