Los líderes de hoy se enfrentan a un entorno comercial que es complejo, dinámico y cambiante. Para mantener a sus organizaciones equilibradas, cada gerente tiene dos funciones clave que cumplir, sin importar qué tipo de negocio sea, o en qué industria esté, ni qué tan grande o pequeño sea.
El primer rol es hacer que las cosas sucedan a través de los deberes tradicionales de los que cada gerente es responsable: planificación, organización y control. El segundo rol de los gerentes, sin embargo, es cuando la teoría se pone a prueba: también deben ser líderes efectivos.
Para ser un gran líder, debes dominar el «arte del liderazgo». Si ese es tu objetivo, aquí hay cinco claves que te ayudarán a convertirte en un gran líder.
La comunicación es un elemento esencial para el éxito del liderazgo. Tu gente depende de ti para expresarse clara, abierta y libremente, y depende de ellos para hacer lo mismo a cambio. Tenemos casi una variedad ilimitada de formas de comunicarnos con nuestra gente hoy, pero depende de ti determinar cuál funciona mejor para su organización en particular. Ya sea que eso signifique reuniones en persona, llamadas telefónicas, correo electrónico o mensajes de texto, videoconferencia o plataformas de colaboración como Slack, decida qué funciona mejor y luego úselo de manera consistente.
Los verdaderos líderes son guías; orientan a su equipo pero a través del ejemplo. Los líderes no solo hablan sino sobre todo actúan. Si quieres que tu equipo sea responsable, disciplinado y honesto entonces primero debes serlo tú. Desde comenzar las reuniones con puntualidad, reflejar responsabilidad y disciplina en cada área de la empresa y mostrar honestidad y humildad para proyectar esos valores en tus empleados. Exigir algo que tu no expresas es como hablar al viento.
Los grandes líderes inspiran a su gente a ir más allá para lograr sus objetivos y los objetivos de la organización. Inspira y energiza a tus empleados estableciendo un ejemplo muy visible de lo que hace un gran empleado y cómo actúa un gran empleado. Brinda a tus empleados tareas que los entusiasmen y bríndales los recursos (financieros, de capacitación, etc.) que necesitan para tener éxito.
Incluso los mejores equipos necesitan el apoyo continuo del líder que está a cargo de ellos, no solo para proporcionar recursos y otro tipo de apoyo, sino para respaldarlos cuando enfrentan un desafío o una barricada. Brinde a su gente el beneficio de su experiencia y bríndales cobertura aérea cuando otros en la organización amenacen su misión.
Una forma de medir su efectividad como líder es la cantidad de trabajo que su gente puede hacer y las decisiones que puede tomar, sin su participación directa. Los grandes líderes delegan tanta responsabilidad y autoridad como pueden y supervisan su progreso hacia el logro de los objetivos de la organización. Le dicen a su gente lo que se debe hacer, y luego dejan que su gente descubra cómo hacerlo.